La Junta invierte 4,5 millones de euros a retener talento en el mundo rural

El objetivo es retener talento cualificando a jóvenes en centros de excelencia nacional e internacional para que se queden a trabajar en las agroindustrias de Castilla y León.

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La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, ha firmado esta mañana dos convenios con los rectores de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo; de León, Juan Francisco García; de Burgos, Manuel Pérez; y el vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad de Salamanca, Efrem Sildik, con los que desarrollar actuaciones de bioeconomía en el medio rural de Castilla y León que generen riqueza y puestos de trabajo y retener talento en la Comunidad. Ambos acuerdos tienen a los jóvenes como objetivo principal.

Así, el primero de ellos, tiene como fin que estas instituciones académicas lleven a cabo medidas de bioeconomía en los sectores agrario y agroalimentario en las zonas rurales de Castilla y León, con la finalidad, además, de implementar el modelo I+i agroalimentaria al Plan de Impulso a la Bioeconomía Agroalimentaria y al III Acuerdo Marco para la competitividad e innovación industrial. Para esto, la Junta de Castilla y León destinará 3,9 millones de euros.

Se trata de convertir a las universidades en aliadas estratégicas para poner en marcha, en el campo de la bioeconomía aplicada a los sectores agrario y agroalimentario, actuaciones innovadoras a través de proyectos piloto o desarrollo de nuevos productos o procesos que den soluciones a problemas reales que estos sectores no podrían acometer de manera independiente.

La Consejería de Agricultura y Ganadería, consciente de los beneficios que la bioeconomía puede reportar a los sectores agrario y agroalimentario de Castilla y León -774 millones de euros al año y 10.000 nuevos empleos para 2030, el 80 % localizados en el medio rural, según las estimaciones de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea-, se apoya en las universidades para que, a través de éstas, se lleven a cabo actuaciones en bioeconomía, por estar especialmente capacitadas para desarrollarlas.

Así, las universidades serán las encargadas de constituir equipos de acción de dinamización rural. El objetivo es promover, en el medio rural, nuevos mercados que generen nuevas oportunidades laborales y de emprendimiento en áreas de actividad de la bioeconomía en el sector agrario y agroalimentario y actividades conexas; poner en contacto actores idóneos para concretar la idea del proyecto; acompañar en la búsqueda y gestión de posibles fuentes de financiación; priorizar el asesoramiento a los emprendedores y empresarios y promover el desarrollo de la bioeconomía en el medio rural.

Tendrán el cometido de realizar la prospección del territorio e identificar las necesidades, coordinar la ejecución del programa; seleccionar y contratar a los agentes de innovación rural necesarios; promover los proyectos o iniciativas; comunicar los resultados y compartir la información.

Formarán, además, a los agentes de innovación rural con el fin de establecer una red de gestión profesionalizada en el área de bioeconomía. Se encargarán, para ello, de establecer un programa para planificar, promover y desarrollar la formación y capacitación en materia de bioeconomía, la actualización de conocimiento y de habilidades de personal; coordinar, controlar y seguir la actividad formativa; elaborar los contenidos y el diseño de la programación, su ejecución y análisis de la evaluación de calidad de la formación recibida por los agentes de innovación rural al finalizar la formación y seleccionar al personal formador.

Las universidades deberán realizar como actividad fundamental la transferencia tecnológica y divulgación y promoción que supone la bioeconomía en la dinamización rural; generar un amplio grupo de interesados y colaboradores como agentes científicos, sociales y económicos; y diseñar campañas de promoción y publicidad de la bioeconomía y sus efectos positivos en el medio rural. Deberán, además, facilitar el conocimiento, diálogo y difusión en torno a la bioeconomía en el medio rural y establecer un programa de jornadas, foros y reuniones.

Para lograr los objetivos, tendrán también como cometido crear una estructura de apoyo y profesionalización del entorno social de la bioeconomía a través de tecnologías de la información e infraestructuras técnicas.

Con este convenio, se inicia el camino de un eje principal de la futura Política Agrícola Común (PAC) como es la transferencia tecnológica y se avanza en el desarrollo del Plan de Impulso a la Bioeconomía creado por la Consejería de Agricultura y Ganadería.

Agrobecas para jóvenes enfocadas a su incorporación a la agroindustria

La Consejería de Agricultura y Ganadería ha firmado, además, un segundo convenio con las fundaciones generales de las universidades de Salamanca, Valladolid, León y Burgos para financiar los gastos generados por el programa Agrobecas en el sector agroalimentario de la Comunidad. Para ponerlo en marcha, la Junta de Castilla y León destinará 600.000 euros.

El objetivo es proporcionar formación especializada para trabajar en la industria agroalimentaria de Castilla y León, en materias o tecnologías demandadas por este tipo de industria para las que, por su grado de especialización, no encuentran trabajadores. Se busca retener talento cualificando a jóvenes formados en las universidades y los centros de Formación Profesional para que se queden a trabajar en agroindustrias de la Comunidad. Esta actuación se suma al catálogo de medidas de la Junta de Castilla y León para atraer, retener y retornar talento.

Las fundaciones generales de estas universidades se encargarán de la selección de los jóvenes ya que entre sus fines está el de mejorar la empleabilidad de los jóvenes, facilitando su orientación profesional y su formación teórica y práctica. Por ese motivo, las fundaciones mantienen permanentemente abiertos cauces de colaboración directa con las empresas y gestionan programas de prácticas nacionales e internacionales.

Esta razón de ser de las fundaciones hace que cuenten con equipos profesionales altamente cualificados y con los medios técnicos que garantizan una eficiente selección de los jóvenes. Los seleccionados se formarán en centros de excelencia nacional o internacional o en diferentes empresas, a través del programa Erasmus Agroalimentario.

Los destinatarios recibirán una beca equivalente al coste total de la formación -gastos de matrícula y formación, viaje, alojamiento y manutención durante el proceso formativo del participante, seguros y asistencia sanitaria- hasta un máximo de 30.000 euros por alumno. Las empresas empleadoras participarán en la selección de los alumnos. La financiación conlleva el compromiso por parte de las empresas participantes de contratar a la persona formada durante un periodo mínimo de seis meses.

Podrán solicitar la beca jóvenes menores de 35 años nacidos o residentes en Castilla y León, titulados universitarios o de Grado Superior de Formación Profesional en la Comunidad, de cualquier titulación siempre que tenga que ver con la industria agroalimentaria.