Twitter multiplica el impacto de las ciencias contra las ‘fake news’

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Persona iniciando sesión en Twitter. / freestocks.org

Ahora León / Twitter / Sinc

Tradicionalmente, cuando los científicos publicaban un artículo académico debían esperar durante unos años para comprobar si sus investigaciones habían calado en la academia y el público general.  El índice de impacto de las revistas científicas, que mide el número de veces que se cita por término medio un artículo publicado en ella, es muy importante. Sirve para clasificar la calidad de las investigaciones y sus soportes de publicación

Ahora, a través de las redes sociales es mucho más fácil difundir ciencia y seguir su repercusión. Un equipo de investigadores de universidades canadienses ha hallado una correlación entre el índice de impacto de sus artículos y la difusión de dichas publicaciones a través de Twitter. El estudio ha sido publicado en la revista PeerJ.

“Para conseguir más citaciones en los campos de la ecología y la conservación no hace falta publicar en los soportes de divulgación con más impacto”, explica a Sinc Clayton Lamb, líder de la investigación y estudiante de doctorado en la Universidad de Alberta (Canadá).

Las buenas investigaciones que son difundidas en redes sociales permanecen en la cabeza de la gente, que luego las utiliza como referencia. Ciertamente, Twitter supone una plataforma accesible y eficiente para los científicos, que escala la repercusión de sus hallazgos”, añade.

El estudio recoge la asociación entre las ‘altmetrics’ –nuevos factores de impacto alternativos que también consideran la repercusión en redes sociales– con la citación de cerca de 8.300 estudios de ecología y conservación publicados entre 2005 y 2015.

Los tres científicos que usaron Twitter para comunicar diariamente sus descubrimientos  (@ClaytonTLamb, @SophieLGilbert y @adamthomasford), encontraron una correlación positiva entre la popularidad en redes sociales y la medición académica tradicional.

“El resultado del estudio no es lineal. Hay más citaciones asociadas las pequeñas píldoras informativas de información científica (noticias, Twitter, etc.), lo que quiere decir que correr la voz sobre las investigaciones tiene beneficios grandes e inmediatos”, concluye Lamb.

Para difundir la ciencia en Twitter, los autores del estudio realizan dos tweets sobre cada tema, uno para el público general y otro para la comunidad científica. “No lleva mucho trabajo y cuando incluimos infografías los resultados son excelentes”, explica Lamb, doctorando que estudia los patrones poblacionales del oso pardo

Información con base científica para empoderar al ciudadano

En la era de los hechos alternativos y las ‘fake news’, las redes sociales albergan mucha información confusa. Es complicado distinguir las noticias veraces y bien fundamentadas de aquellas que no lo están.

En la ecología y la conservación “los científicos tratan problemas muy relevantes para la gente. Cuando la ciencia se atasca en los ámbitos académicos perjudica al mismo público que ha subvencionado las investigaciones, porque no pueden disfrutar de los hallazgos”, explica Lamb.

En todos los campos de la ciencia es importante hacer un mayor esfuerzo por comunicar en redes sociales “pero especialmente en la ecología y la conservación”, añade. “Armar al público con evidencias es fundamental”.