3 de cada 5 padres medican «mal» a sus hijos

¿Por qué nos automedicamos o hacemos lo propio con nuestros hijos? Para el 30% el objetivo es evitar las listas de espera.

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Ahora León / Salud

Con la llegada del frío y el invierno a la vuelta de la esquina, son muchos los peques españoles que han empezado a experimentar sus consecuencias: anginas, resfriados y gripes  infantiles se encuentran a la orden del día. Un contexto que el comparador de seguros de salud Acierto.com ha aprovechado para analizar cómo se desenvuelven los padres españoles ante tales circunstancias. Por desgracia, el estudio pone de manifiesto que algunos prefieren no acudir al médico en estos casos, y que hasta 3 de cada 5 administran mal la dosis prescrita.

Un dato preocupante y un comportamiento que pone en riesgo la salud de los benjamines de la casa. En todo caso, el comportamiento no nos extraña si tenemos en cuenta que hasta el 11% de los  adultos afectados por un resfriado confía en el criterio de sus amigos y familiares, y que más de 1 de cada 5 prefiere seguir las indicaciones del prospecto antes de las que le ha suscrito el médico. El porcentaje asciende al 34% si nos centramos en los que no respetan la dosis indicada, como ocurre en el caso de los niños.

La automedicación, asignatura pendiente

Además esto se encuentra estrechamente relacionado con la automedicación y con la percepción de seguridad en el caso de los fármacos que se dispensan sin receta. Precisamente es esta facilidad de adquisición la que lleva a algunos padres a pensar que no son perjudiciales. Entre los más suministrados encontramos los analgésicos, los antipiréticos y los antiinflamatorios.

Las cifras tampoco sorprenden cuando sabemos que 7 de cada 10 españoles se automedican cuando les duele la cabeza; y que muchos recurren al botiquín doméstico, donde hasta el 43% guarda los medicamentos que le sobran para próximas ocasiones (el 46% los lleva a un punto especializado y el resto los tira a la basura) y tampoco revisa su caducidad.

En definitiva unas actitudes que se encuentran estrechamente relacionadas con el nivel de confianza que sienten los pacientes por los facultativos. De hecho, hasta 7 de cada 10 pacientes buscan información por Internet después de ser diagnosticados. En el caso de los padres con niños el asunto cambia un poco, y el porcentaje alcanza el 47%. El calendario de vacunas,  no obstante, lo siguen 9 de cada 10 progenitores.

Un seguro médico para tu peque

Pero, ¿por qué nos automedicamos o hacemos lo propio con nuestros hijos? Para el 30% el objetivo es evitar las listas de espera. La falta de concienciación respecto de las consecuencias de la incorrecta administración de fármacos -especialmente los antibióticos, que pueden derivar en resistencias- es otro punto que ha de tenerse en cuenta.

Una buena solución para agilizar todo el proceso es contratar un seguro de salud. Y es que, para empezar, este tipo de póliza permite acceder directamente al especialista; y acelera procesos como operaciones y pruebas. No obstante, puede contar con una pega directamente relacionada con el tema que nos ocupa: las recetas no se encuentran subvencionadas.

Sin embargo, algunos seguros médicos incluyen lo que se conoce como cobertura de farmacia, que cubre parte de los medicamentos y evita al paciente acudir a la seguridad social en busca de las recetas mencionadas. No obstante, existen ciertas limitaciones y especificaciones -cada aseguradora, entre otros, fija la cantidad que reembolsa-. Además, este servicio puede tener carencia y es imprescindible contar con la prescripción del médico.