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Cada 8 de junio se celebra el Día Internacional contra la Falsificación, fenómeno que afecta en gran medida al sector tecnológico. De hecho, según datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), en 2018 el sector tecnológico perdió 386 millones de euros por este motivo. Un reciente estudio de Kingston, el líder mundial independiente de productos de memoria y soluciones tecnológicas, ha revelado que para el 40% de los españoles, la marca del dispositivo juega un papel fundamental en el momento de compra. Por ello es importante revisar bien el artículo y conocer las características del original para evitar comprar productos falsos.
“Por lo general, los usuarios estamos rodeados de productos tecnológicos de todo tipo y de distintas marcas, que les aportan un sello de calidad contrastada. Sin embargo, a la hora de adquirirlos, es muy importante saber identificar las características clave que nos ayudan evitar comprar aquellos que en realidad son una falsificación de un producto original”, señala Pedro González, desarrollador de negocio de Kingston en España.
A pesar de que la marca es un elemento diferencial para los usuarios, muchos no saben diferenciar una copia de un producto original, debido principalmente a que las imitaciones son cada vez más fieles al original. Conscientes de este hecho, y para proteger a sus consumidores, Kingston dota a sus productos de tecnologías de reconocimiento que permiten al usuario saber que el producto que tienen en sus manos es original y no una falsificación. Por una parte, cuenta con la tecnología Phantom, unas etiquetas incorporadas en la gama de productos SSD. Al inclinar la etiqueta alejando la parte superior de la vista, el área con los efectos especiales revelará la letra “K” o Kingston Head. Por otra parte, en el caso de los pendrive, principalmente de la gama DataTraveler, la compañía utiliza etiquetas que incorporan la tecnología de cambio de colores. Las tonalidades de la etiqueta o grabado incluido en el producto cambian de verde oliva a rosa al sostener la unidad por diferentes ángulos. De esta forma, si el producto que van a comprar no incorpora esta pegatina, o si no se produce el cambio de color, el usuario sabe que el producto que está a punto de adquirir no es verdadero.
“La lucha contra las falsificaciones es muy importante, no sólo para proteger el prestigio de una marca, sino para garantizar la calidad de los productos de los usuarios. Por tanto, es fundamental que desde las compañías trabajemos en incorporar medidas de seguridad que ayuden a los consumidores a saber diferenciar un producto original de uno falso de una forma simple y rápida”, señala González.
