5 Tips de alimentación para reducir tu ansiedad

El tipo de comida supone reducir o favorecer un estado de inflamación generalizado, que por supuesto afecta negativamente a nuestro cerebro, y por supuesto a nuestra salud.

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Ahora León / Noticias de León / Salud / Elena Perez Rueda

Las situaciones de ansiedad y la obesidad, son dos grandes plagas de nuestra vida actual, incluido el periodo de confinamiento. Ambas  muy relacionadas, porque es muy común que intentemos calmar la ansiedad comiendo, no precisamente buena comida. A  consecuencia de ello engordamos, aumentando nuestros depósitos de grasa. Cuanto más comemos, peor comemos y  más ansiedad tenemos, entramos así en una infernal rueda del hámster que somos incapaces de parar.

¿Podemos parar la ansiedad con la alimentación?, tratándose de un problema complejo, es evidente que actuar sólo sobre un factor, puede no ser suficiente. Sin embargo ten la certeza que una buena alimentación es el camino crucial  para controlarla y reducirla. Además el tipo de comida supone reducir o favorecer un estado de inflamación generalizado, que por supuesto afecta negativamente a nuestro cerebro, y por supuesto a nuestra salud.

¿Cómo usar la alimentación para reducir tu ansiedad?

  • Cuida tu microbiota intestinal: todos los habitantes de nuestros intestinos juegan un papel fundamental en nuestro estado anímico. Los alimentos que comemos determinan que tipo de habitante predomina, las sustancias que produce,  utilizándolos,  y los beneficios que obtenemos.

Aumenta la cantidad de verduras  diarias, mejor cocinadas al vapor, Abundantes  verduras, frutas y legumbres  son lo mejor para seleccionar los beneficiosos.

Consume cereales como la avena rica en un tipo de fibra, la llamada fermentable que además de llenarte, es buena para tu intestino

  • La grasa es tu aliada: Nuestro cerebro es un 60% de grasa, necesita que sea de calidad. Utiliza aceite de oliva para cocinar. Introduce en tu menú semanal pescados, sobre todo azules, como sardina, boquerón,

Ten a mano frutos secos, tostados o naturales. Sin freír y sin sal. Son un excelente aporte de grasas buenas, además de minerales como el Magnesio. Muy saciantes  para saludables medias mañanas o meriendas.

  • Recupera el huevo: es bueno, bonito y con un precio excelente. Te suministra colesterol con su propia lecitina, vitamina D y proteínas de altísima calidad. Son versátiles, casan con todo, simplifican tu compra  semanal y se preparan en un momento, y es la base de nuestra tortilla de patata. Un plato de diez.
  • Cuida tu hígado: bebe agua. Evita alcohol y refrescos para evitar que se engrase. Un hígado graso funciona a medias, lo hace mal.
  • Vuelve a los guisos tradicionales: con ellos cocinar guardar y congelar es muy fácil. Tener fondos de congelador, listos para calentar, suponen buena comida, poco trabajo y  muy buen precio.

Prioriza carnes en estofadas en salsa, legumbres con verduras, pescados al horno o en salsa.

Elena P. Rueda  Lda. en Veterinaria y Dietista . www.epruansiedad.es