El Consejo Económico y Social de la comunidad se plantea incorporar representantes de las universidades

El Rector, Juan Francisco García Marín, y el Presidente del CESCYL, Enrique Cabero, se han reunido hoy para abordar un nuevo marco de colaboración institucional

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Ahora León / Educación / ULE

El rector de la Universidad de León (ULE), Juan Francisco García Marín, ha mantenido esta mañana una reunión de trabajo con el presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León (CESCYL), Enrique Cabero Morán, en la que han abordado la preparación de un nuevo convenio entre este Consejo y las universidades públicas de nuestra Comunidad.

Esta visita a la ULE forma parte de la ronda de encuentros con los rectores que el presidente del CESCYL está llevando a cabo, a fin de definir un renovado marco de colaboración en el que se contemple que representantes de las universidades se incorporen de manera estable a la estructura organizativa de esta institución propia de Castilla y León, creando un espacio permanente para el intercambio de ideas y propuestas con las organizaciones sociales y económicas que lo integran.

En la reunión, el Rector de la ULE y el Presidente de CESCYL han coincidido en que el sistema universitario autonómico constituye una de las ventajas comparativas y de las potencialidades de Castilla y León respecto a otras comunidades, especialmente ante el difícil momento actual. Ambos han afirmado que tenemos un “magnífico sistema universitario, y ese potencial lo debe aprovechar Castilla y León para su crecimiento, la creación de actividad empresarial, de empleo estable y de calidad y de mejora de los servicios públicos”.

La importancia de la universidad para superar la crisis

Entre las propuestas y recomendaciones del Consejo Económico y Social de Castilla y León se viene destacando la importancia de la universidad, de la ciencia y de la transferencia del conocimiento para la superación de la actual crisis social y económica.

La situación económica, la actividad empresarial y el empleo dependen más de lo que suele pensarse del crecimiento de las universidades públicas, aunque solo sea por su dimensión como entidades generadoras de empleo directo e indirecto, de captación de talento y de inversiones, de parques científicos y tecnológicos, de congresos, de activación cultural, social y empresarial, de I+D+i o de buena imagen.

No se han valorado aún estos efectos suficientemente, ni siquiera la dinamización económica producida por los miles de estudiantes presenciales, profesionales e investigadores que residen en nuestra tierra durante largos periodos, adquiriendo bienes y servicios, y desempeñando una importante tarea de ‘embajadores’ de la comunidad de Castilla y León.