Acabar con el estigma de la salud mental es labor de todos

UNICEF España valora positivamente la inversión en salud mental contemplada en los PGE, pero insiste en la necesidad de contar con más recursos para infancia y adolescencia

0

Ahora León, Noticias de León, Salud Mental

Romper el estigma en torno a la salud mental es fundamental para evitar la exclusión de los niños, niñas y adolescentes con algún tipo de malestar emocional o problema de salud mental. Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, UNICEF España recuerda que, si bien se han producido avances en los últimos años en torno a cómo se entiende y percibe la salud mental, todavía persisten creencias negativas que pueden llevar a que las personas no pidan la ayuda que necesitan.

“Acabar con el estigma y la discriminación es una labor de todos, desde los gobiernos hasta la sociedad, pasando por organizaciones como UNICEF”, asegura el director ejecutivo de UNICEF España, José María Vera. “Y podemos hacerlo a través de medidas tan sencillas como escuchar a los niños, niñas y adolescentes, apoyar a sus familias y cuidadores para que entiendan mejor sus necesidades o garantizar que las escuelas apoyen la salud mental y sean entornos verdaderamente protectores del bienestar emocional. Esto requiere una inversión adecuada en todos los sectores implicados para lograr prevenir los problemas de salud mental, promover la sensibilización en torno al tema y cuidar a los niños y niñas con malestar emocional”.

En todo el mundo, uno de cada siete niños y adolescentes de 10 a 19 años –el 13% del total- tiene un problema de salud mental diagnosticado[1]. La mitad de los trastornos de salud mental comienzan en torno a los 14 años, y el 75% de todos esos trastornos se desarrollan a los 24, pero la mayoría de casos no se detectan y, por tanto, no se tratan.

La pndemia de COVID-19 no ha contribuido a mejorar esos datos; de hecho, en nuestro país, desde marzo de 2019 a marzo de 2021 los diagnósticos relacionados con trastornos mentales en Urgencias Pediátricas aumentaron un 10%, según la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría[2]. Además, los datos oficiales sobre suicidio reflejan que en 2020 los casos de suicidio en niños y niñas menores de 14 años se duplicaron.

También una encuesta realizada a 40.000 adolescentes por UNICEF España y la Universidad de Santiago para el estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia[3] reveló que el 15% de quienes respondieron presentaba síntomas graves o moderadamente graves de depresión, y que la tasa de ideación suicida se sitúa en el 10,8%.

“Estos datos nos urgen a actuar, pero no son cifras frías sobre salud mental. Son niños, niñas y adolescentes que merecen ser escuchados, y queremos decirles que estamos aquí para ellos, que pueden hablar abiertamente de lo que les ocurre. Pero para mejorar su bienestar emocional y acabar definitivamente con el tabú y el estigma, es necesario invertir más y mejor en servicios de salud mental para la infancia y la adolescencia”, concluye Vera.

En este sentido, UNICEF España valora la inversión en salud mental contemplada en los Presupuestos Generales del Estado 2023, cuyo anteproyecto de ley ha presentado el Gobierno recientemente, y de medidas como la puesta en marcha de la línea telefónica 024 de atención a la conducta suicida. “Pero insistimos en la necesidad de dotar de suficientes recursos las acciones para la infancia del Plan de Acción de Salud Mental 2022-24, así como de aumentar la disponibilidad de los recursos especializados para atender a niños, niñas y adolescentes”, recuerda el presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra. “Desde UNICEF España pedimos un compromiso conjunto y decidido”.

Para ese compromiso, la organización hace las siguientes recomendaciones:

·         Inversión: promover políticas públicas integrales de salud mental de la infancia y la adolescencia con todos los sectores implicados, garantizar servicios adecuados de prevención, detección precoz, promoción y atención de la salud mental y el bienestar emocional de niños, niñas y adolescentes, establecer mecanismos eficaces de coordinación a nivel estatal, autonómico y local, diseñar estrategias específicas para la atención de 0 a 18 años, reforzar el papel de la atención primaria, desarrollar la especialidad médica de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia dentro del Sistema Nacional de Salud, establecer la especialidad de Infancia y Adolescencia dentro de la Psicología Clínica, entre otras.

·         Reforzar el papel de los centros educativos: a través del Coordinador de Bienestar y Protección (figura que ha empezado a operar este curso escolar), la formación del profesorado para promover el bienestar emocional, prevenir problemas de salud mental y detectar casos, el refuerzo de los contenidos educativos relacionados con las emociones, o el diseño de medidas para lograr la inclusión educativa de los escolares que padecen problemas de salud mental.

·         Apoyar a las familias: reforzar los programas que ofrezcan a las familias herramientas y acompañamiento para contribuir al bienestar emocional de sus hijos, la detección precoz de los problemas de salud mental y a la prevención de la negligencia y los abusos.

·         Promover el final del estigma y la discriminación: a través de campañas de salud pública, un aumento en internet y redes de los contenidos sobre el cuidado de la salud mental, y la acción conjunta entre gobiernos, organizaciones de la sociedad, medios de comunicación y personal sanitario para acabar con el estigma.