Astorga recupera la escultura de un «Fauno adolescente»

Los fragmentos corresponden a la cabeza y extremidades inferiores de una figura que resulta identificable con un fauno o un personaje del séquito de Dionisos, joven y en reposo.

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Se trata de diez fragmentos de una estatua de mármol blanco, correspondientes a la cabeza y las piernas de una escultura que representa a un fauno en edad adolescente. Fueron recuperados durante la excavación arqueológica preceptiva realizada, en el año 2016, en el solar número 8 de la calle San José de Mayo1 . La intervención deparó el hallazgo de los restos de una importante vivienda de época romana, de cuya existencia ya se tenían evidencias gracias a sendas excavaciones realizadas en los solares contiguos a principios de los años noventa2 , a la que se denominó Domus del Pavimento de Opus Signinum. Se trata de una construcción doméstica situada en las inmediaciones del ángulo noroccidental del foro, cuya fase más antigua está representada por una serie de cimentaciones que adoptan dirección noreste – suroeste, heredera de la implantación campamental, y delimitan varias estancias de planta cuadrangular, destacando principalmente aquella que presenta un pavimento de Opus Signinum que da nombre a la vivienda.

LA CASA. FASES CONSTRUCTIVAS

La construcción de esta casa, durante el primer tercio del siglo I d.C., marca el fin de la etapa campamental y el inicio del periodo de urbanización. Tanto la distribución espacial que presenta como la decoración pictórica de sus paredes, realizada seguramente por artesanos cualificados que estarían trabajando en los momentos fundacionales de la ciudad, denotan los gustos y exigencias de una clase social elevada. Pero, sin duda, la mejor prueba de la asimilación del modo de vida y los gustos de los romanos es el pavimento de Opus signinum teselado que presentaba una de las habitaciones construidas en esta primera fase; dicho suelo es característico de zonas donde se produjo una temprana romanización (áreas costeras y Valle del Ebro).

Como es habitual en este tipo de viviendas, a lo largo de su dilatada historia se van produciendo importantes reformas, la primera de ellas en época Flavia – último tercio del siglo I d.C. – con la adición de un peristilo que supone la ampliación del espacio habitable, ahora con un carácter más monumental reforzado por las columnas del pórtico, las galerías y las habitaciones de aparato construidas en torno a ellas. Es importante señalar que en este momento, las nuevas estancias de la casa se orientan en el eje norte –sur, adaptándose a la disposición del foro. Así, la coexistencia de dos planos con diferentes orientaciones da cuenta del dinamismo urbano que se produce en esta zona de la ciudad.

A finales del siglo II d.C. o principios de la siguiente centuria, se hicieron nuevas remodelaciones, entre las que se incluyen los pavimentos de mosaicos que presentan algunas de las habitaciones, fundamentalmente, las galerías que circundan el peristilo. Esta circunstancia, sin duda, incrementó el carácter lujoso de esta importante vivienda.

Los trabajos realizados en la mencionada parcela nº 8 de la calle San José de Mayo, ofrecieron el hallazgo de parte del peristilo y las estancias que lo rodeaban por el oeste y noroeste, ambas pavimentadas con mosaicos que presentaban diferentes motivos decorativos, principalmente geométricos y vegetales. El Ayuntamiento de Astorga, como es sabido, ha financiado la extracción, restauración y exposición de estos pavimentos musivarios en la segunda planta del Teatro Gullón.

Pero, sin duda, el hallazgo más interesante que ha deparado esta intervención arqueológica es el de la escultura de mármol que se encontró fragmentada en la zona del peristilo y junto al muro del corredor occidental.

Los fragmentos corresponden a la cabeza y extremidades inferiores de una figura que resulta identificable con un fauno o un personaje del séquito de Dionisos, joven y en reposo. Porta una corona de hojas y piñas, tiene las orejas puntiagudas y dos pequeños cuernecillos o protuberancias en la frente.

Las piezas recuperadas fueron depositadas en el Museo de León, donde se efectuaron los trabajos de limpieza y consolidación de los mismos. Finalmente, con fecha 14 de marzo de 2019, fueron trasladados al Museo Romano, en calidad de depósito temporal, donde se exhibirán ocupando un lugar sin duda privilegiado en su nuevo montaje expositivo.