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La Asociación de Afectados por la Ubicación de la Incineradora de Biomasa en Navatejera (AFUBIONA) y la Asociación de vecinos de Compostilla (Ponferrada) celebran el Informe de Conclusiones emitido por el Mecanismo de Inspección del Banco Europeo –conocido ayer– que identifica varias irregularidades en los prestamos millonarios concedidos a la Junta de Castilla y León para instalaciones de biomasa.
Las Asociaciones denunciaron hace más de un año al Banco Europeo que las Centrales Térmicos de biomasa de Ponferrada y Navatejera, promovidas por SOMACYL y financiadas a cargo de préstamos comunitarios, incumplían las condiciones fijadas por el Banco en el denominado “PROJECT CASTILLA Y LEON CLIMATE CHANGE” y que podían ocultar un presunto fraude o posibles sobrecostes.
Ahora el Mecanismo de control del BEI (MR-BEI) concluye que se han producido relevantes deficiencias, entre las cuales figura que la Junta nunca concretó el ahorro energético de las Centrales o el consumo de la biomasa de las instalaciones, ni presentó los Informes al Banco cada seis meses a los que estaba obligada.
En base a estas y otras carencias, el Banco decide reclamar información sobre estos polémicos proyectos a la Junta de Castilla y León otorgando un plazo “30 días hábiles”.
Según el letrado de los denunciantes, Víctor Álvarez Bayón, esta decisión es un gran paso en la investigación interna que ratifica “la existencia de irregularidades en estos fondos y proyectos”, dando la razón a los afectados que se vieron obligados a acudir al Defensor Europeo para impulsar esta la misma.
“La actividad de SOMACYL debe ser fiscalizada con lupa”, advierten desde Navatejera y Compostilla. Estas Asociaciones denunciantes señalan que esto puede ser «solo el principio» pues aún debe continuarse con la investigación realizando un estudio detallado de los proyectos concretos de Navatejera y Ponferrada por parte del Banco y su supuesta sostenibilidad, que “no es tal” según los afectados.
Eso sí, hasta ahora la Junta ha venido evitando que el Banco Europeo de Inversiones compruebe de modo efectivo si estos dos proyectos cumplen las condiciones del préstamo o no, pues “de modo llamativo” aún no ha presentado al Banco Europeo los documentos para financiarlas a su cargo.
El Banco Europeo debe resolver aún “si estas dos centrales incumplen las normas del préstamo y, en caso contrario, lo procedente sería que la Junta devolviese el dinero o al menos abandonase estas centrales que son rechazadas masivamente los afectados” y que, en su opinión “carecen de viabilidad”.
Los denunciantes señalan que esos préstamos europeos iban en teoría “destinados a apoyar la sostenibilidad del sector forestal promoviendo el uso tradicional y alternativo de los recursos forestales como materia prima de biomasa”, pero en la práctica pueden conseguir el efecto contrario.
Los afectados señalan que “las centrales proyectadas son insostenibles, no mitigan el cambio climático y conllevarán la importación de biomasa de fuera de Castilla y León o la plantación de especies no autóctonas como los eucaliptos”.
Cabe recordar que los dos proyectos promovidos por SOMACYL en Ponferrada y en Navatejera han conllevado la presentación de cuatro demandas judiciales por parte de AFUBIONA (León) y los vecinos de Compostilla (Ponferrada) y Navatejera que están en su fase final ante los Juzgados Contencioso-Administrativos de León.
Mientras que la planta de Navatejera aún ni siquiera han conseguido las licencias municipales de obras, la central de Compostilla está en fase de construcción.
