La española, que llegó apoyada en unas muletas, fue recibida este lunes por la mañana entre aplausos en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas por decenas de aficionados y admitió estar «destrozada» tras lo sucedido en el partido ante la china He Bing Jiao, que tuvo que abandonar tras un mal apoyo que no le permitía ya caminar.
«Todavía no he podido ver todo, pero desde luego que quiero dar las gracias a todo el mundo. Estoy destrozada, no puedo decir otra cosa, pero me voy a al hospital, que me hagan pruebas y a ver qué sale, ahí tomaremos decisiones», expresó la onubense en el aeropuerto madrileño.
Fue entonces cuando Carolina Marín se dirigió al hospital a que se le realizaran las pruebas médicas que han confirmado que sufre una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha. Es, además, la tercera lesión de este tipo que sufre: 2 en la derecha y una en la izquierda.
Marín dejó una de las imágenes más dolorosas de estos Juegos Olímpicos de París. Sus gritos de dolor y lágrimas son las de todo un país, y como tal se lo han hecho saber. Deportistas de la talla de Pau Gasol, Carlos Alcaraz y Alexia Putellas; el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y otros políticos españoles o muchos aficionados tanto de nuestro país como de otros han querido dar su apoyo a la campeona olímpica en bádminton en Río de Janeiro. En esta edición, cuando iba directa a por el oro, su rodilla falló y tuvo que abandonar la semifinal ante He Bing Jiao.
Llegó acompañada por su entrenador, Fernando Rivas, y su fisioterapeuta, Carlos de Santos, para someterse a las pruebas médicas. La jugadora española de bádminton aseguró que todavía no sabe si tendrá que ser operada por su lesión en la rodilla derecha. Una fractura que va más allá del dolor físico ya que Carolina Marín no pudo disputar los JJOO de Tokio y esta vez, cuando mejor estaba jugando, tuvo que abandonar la competición.
¿Cómo sucedió la lesión?
La española ganaba en el Arena Porte de La Chapelle por 21-14 y 10-6 cuando corrió a por el volante y la pierna derecha no aguantó.
El Doctor Pedro Luis Ripoll pasó por Carrusel Deportivo para valorar la gravedad de la lesión de Marín y si puede suponer un riesgo para su carrera a sus 31 años, que en las últimas temporadas está sufriendo muchos problemas físicos. No es la primera vez que Marín sufre una importante lesión de rodilla: se rompió la derecha en 2019 y la izquierda en 2020, perdiéndose así los Juegos Olímpicos de Tokio.
«Afortunadamente en este caso se ha tomado una decisión muy oportuna al retirarse porque ha tenido un episodio de inestabilidad en el que el ligamento cruzado, que es el cinturón de seguridad de la rodilla, no ha respondido bien a un momento de tensión», señaló el doctor.
Por ello, haber dejado de disputar el partido ha sido una «decisión es oportunísima» por lo que podrá recuperarse antes con los métodos actuales. «El pronóstico en las lesiones de rodilla de segunda intervención siempre es peor que en la primera, pero estamos hablando de gente normal, no de Carolina Marín, no entra en las estadísticas normales».
«Ha hecho muy bien en intentar continuar, porque así ha demostrado quién es, pero también al retirarse», añadió. Es por ello por lo que el Dr. Ripoll no da por zanjada la carrera de la deportista española:
«El que piense que esto es el final de Carolina Marín se equivoca. No nos pongamos en lo peor, el arco de posibilidades es muy amplio, puede ser sólo una elongación, veremos las pruebas pero yo diría que Marín no ha terminado hoy su carrera deportiva».Si la lesión de Carolina Marín dejó una de las imágenes más dolorosas de estos Juegos, lo que hizo su rival de la semifinal al subir al podio ha sido un gesto de oro que también pasará a la historia de París 2024. La china Bing Jiao He, que finalmente ha sido plata, decidió llevar a la española de alguna manera al podio y mostró un pin con la bandera de España mientras recogia la medalla.
Además, la Federación española de bádminton elevó una petición oficial al COI para que Carolina recibiera un bronce honorífico por todo lo sucedido, pero fue rechazada aunque sí tendrá un reconocimiento mundial acordado por el COI, el COE y las federaciones de bádminton.