Castilla y León reduce su deuda viva un 0,3%

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Castilla y León ha reducido su deuda viva en 86 millones de euros en el tercer trimestre de 2016 con respecto al periodo abril-junio, una rebaja que también se ha producido en términos relativos, de manera que su pasivo ha descendido del 20,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) al 19,8 % en el mismo espacio de tiempo. Los datos publicados esta mañana por el Banco de España sitúan a la Comunidad como la octava más saneada del país y evidencian que se consolida el amplio diferencial de 4,8 puntos entre la ratio castellana y leonesa de endeudamiento y la media de las autonomías, que se cifra en el 24,6 %

La deuda viva de Castilla y León ascendía al cierre de septiembre a 10.910 millones de euros, una cantidad que representa tan solo el 4 % del pasivo del total de las autonomías, que se eleva a 271.980 millones de acuerdo con el Sistema Europeo de Cuentas (SEC). Asimismo, nuestra Comunidad ocupa el octavo puesto entre las menos endeudadas en relación con el PIB, por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, La Rioja, Asturias, Galicia y Navarra.

La estadística del supervisor bancario refleja que el endeudamiento de la Comunidad ha retrocedido entre julio y septiembre un 0,78 % en la comparativa con el trimestre precedente –86 millones de euros en cifras absolutas–. Cabe destacar que este esfuerzo de reducción es sensiblemente mayor al anotado por el conjunto de las autonomías, donde la rebaja media ha sido del 0,31 % –841 millones–.

En el cómputo del endeudamiento de Castilla y León que realiza el Banco de España se incluyen en primer lugar los créditos con cargo al Fondo de Facilidad Financiera (FFF) que la Junta formalizó en 2015 por importe de 2.053 millones de euros.

Otro de los conceptos que suma el organismo regulador son las operaciones de ‘factoring’ sin recurso, es decir, la cesión a instituciones financieras de algunos créditos comerciales frente a las administraciones públicas –que suman 338 millones–, y los préstamos para proyectos de colaboración público-privada –que agregan 299 millones–.

La deuda viva atribuida a Castilla y León al cierre del tercer trimestre incorpora también una partida de 439 millones, que es consecuencia de los préstamos formalizados por la Junta para apoyar a las empresas –financiados en su mayoría por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –, por los que retornan a la arcas autonómicas tanto el capital como los intereses correspondientes.

Segunda Comunidad que más ha contenido el crecimiento de la deuda

Si se analiza la evolución del endeudamiento en términos interanuales, es decir, el acumulado a 30 de septiembre de 2016 con el mismo dato de 2015, hay que señalar que se ha producido un incremento general en todas las comunidades, que se cifra de media en el 7,26 %. Sin embargo, es necesario subrayar que Castilla y León es la segunda autonomía que más ha contenido el crecimiento de su pasivo –en concreto, un 3,9 %–, un porcentaje que solo mejora Galicia.

En lo que respecta a la titularidad de los 10.910 millones que alcanza la deuda viva de la Comunidad, el 94 % corresponde a la Administración; el 5 % recae en las universidades y entes públicos de derecho privado y sólo el 1 % es responsabilidad de las empresas públicas.

Estas son las cifras que se consideran a efectos SEC, metodología que excluye del cómputo total los créditos contraídos por las empresas públicas que realizan actividades de mercado. Su deuda ascendía al cierre de septiembre a 167 millones de euros, el 0,3 % sobre el PIB, una décima inferior a la ratio del conjunto de comunidades.

La suma de la deuda que computa el SEC (10.910 millones) y la que no (167 millones) asciende a 11.077 millones, una cifra equivalente al 20,1 % del PIB, la octava ratio autonómica más baja y casi cinco puntos inferior a la media, ya que el endeudamiento global del sector público de las comunidades supone el 25 % del tamaño de sus economías (276.729 millones).