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La nueva reforma laboral, pactada por el Gobierno, patronal y sindicatos, aprobada ayer por el Consejo de Ministros como Real Decreto-ley y que entrará en vigor mañana cuando lo publique el BOE -aunque está pendiente del trámite parlamentario- es un acuerdo necesario para que España pueda recibir el siguiente pago de los Fondos Europeos Next Generation por importe de 12.000 millones de euros.
«Que sea una condición exigible e impuesta por Europa no quiere decir que el acuerdo firmado nos parezca bueno ni que esta reforma sea la que necesita nuestro país y nuestra provincia para mejorar el mercado de trabajo y las relaciones laborales y adaptarse a la realidad actual que exige seguridad pero también más flexibilidad», afirman desde el CEL.
Desde el Círculo Empresarial Leonés creen «que esta reforma laboral provocará la pérdida de competitividad empresarial, no creará empleo, pondrá en peligro las contratraciones y no beneficiará a las empresas que tienen un plazo de tres meses para adaptar los contratos temporales vigentes a la nueva legislación y de seis meses en el caso de los contratos de obra y servicio».
No están de acuerdo que se vaya a admitir que, en materia salarial, prevalezcan los convenios sectoriales sobre el de empresa. «Somos partidarios de los convenios de empresa por encima de cualquier otro convenio a nivel provincial, autonómico o nacional», explica la entidad.
«Discrepamos asimismo en lo referente a la ultraactividad y que no haya una cláusula de descuelgue específica para los salarios. Tampoco nos parece acertado la modalidad del contrato fijo-discontinuo para el campo. Es necesario un contrato especial que se ajuste a las necesidades del campo español y la solución que se plantea no tiene encaje en la actividad real. Como tampoco lo tiene el contrato fijo previsto para el sector de la construcción, ya que prevé que a la finalización de una obra la empresa está obligada a proponer al trabajador una propuestra de recolocación».
Como conclusión, el Círculo Empresarial Leonés, es una reforma laboral que degrada el convenio de empresa, que para nosotros debería de prevalecer por encima del resto y que no vincula los salarios a la productividad y competitividad, premisa que siempre hemos reivindicado en las sucesivas reformas laborales aprobadas en nuestro país.
Por último, dejan constancia también de que han echado en falta en el Diálogo Social «una voz que representara y defendiera de verdad a las pequeñas y medianas empresas, así como a los autónomos de este país».
