Covid19 y alimentación

La duda puede surgir, en el caso de aquellos  pacientes de COVID19, que sin necesidad de ingreso hospitalario, están en su casa superando la enfermedad. ¿Qué  alimentación deben de hacer? ¿Es necesario establecer alguna  diferencia  respecto  a la población sana?

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Ahora León / Noticias de León / Covid19 / Elena P. Rueda

Esta semana ha estado un poco revolucionada nutricionalmente hablando. El jueves, saltaba la noticia, en forma de imagen de  un programa de Telecinco. Alimentación para los enfermos de COVID19, veíamos recomendar el consumo de nata, galletas, miel y rebozados.

El asombro de los Dietistas y Dietistas Nutricionistas del país fue mayúsculo, el despropósito era tal, que este mismo Domingo el colectivo de nacional de Dietistas  SomosDietistas, junto con la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios, emitieron un comunicado, con consejos de alimentación para la población ENLACE PÁGINA SETSS ( https://setss.es/2020/04/23/recomendaciones-alimentarias-ante-la-crisis-sanitaria-del-covid-19/?fbclid=IwAR1DnYNOncxNpCVqRg5kgSy3JnkJ6EjHYFEyyJA4Zurbf4h_12z0mbmvEu) a modo de recordatorio  plantean pautas sensatas y sencillas de alimentación para toda  la población.

La duda puede surgir, en el caso de aquellos  pacientes de COVID19, que sin necesidad de ingreso hospitalario, están en su casa superando la enfermedad. ¿Qué  alimentación deben de hacer? ¿Es necesario establecer alguna  diferencia  respecto  a la población sana?

Para plantearlo, necesitamos  saber qué está ocurriéndole a esa persona. Se trata de un proceso infeccioso agudo, con fiebre. Ha perdido el olfato,  la boca la siente  como un estropajo, la comida no le sabe a nada,  no tiene ganas de comer, y además tose  sin mocos. Otro síntoma muy característico, un tremendo cansancio y agotamiento. Está sin energía.

Esa inapetencia, y falta de sabor en la comida  condiciona   su alimentación, y por tanto su recuperación. Es imprescindible que ingiera suficiente energía para que su sistema inmunitario funcione. Además, para “producir defensas”, necesita proteínas, porque esos famosos anticuerpos IgM e IgG que se detectan en las pruebas de sangre, cuando sufres la enfermedad,  son que proteínas de  defensa, que genera nuestro cuerpo en respuesta al virus. Por otra parte, se han de  seguir reponiendo, las capas de piel externa y de “piel interna”, es decir las mucosas de todo el tubo digestivo. También para digerir la comida  su organismo tiene que producir  ácidos y enzimas. Imagina las enzimas digestivas como tijeras que cortan los alimentos, para que nuestro cuerpo los pueda utilizar. Esas enzimas, también son proteínas.

Queda claro, por lo tanto que una alimentación en una infección necesita que consumamos proteínas de calidad, en  mayor cantidad que estando sanos.

Para que  nuestro cuerpo  sea capaz de elaborar  todas esas proteínas,  tiene que contar con la presencia de otros componentes, como las  vitaminas y los minerales. Sin olvidar un medio con suficiente agua para que todo funcione. Si nos deshidratamos el cuerpo se para, porque todas las reacciones del organismo necesitan agua.

La lucha contra el virus, genera  una gran cantidad de desechos, que tienen que ser eliminados, gracias al trabajo  del hígado y del riñón, que necesitan también agua. Además elementos que encontramos en abundancia en todas las  verduras.

Lo difícil es   conseguir que una persona sin ganas, a la que lo que come le sabe a corcho, consuma lo necesario para reponerse.

En este punto, hacer entre 3-6 comidas es interesante. Porque a pequeñas raciones, es más fácil, y además sus digestiones son más livianas, no se sentirá pesado.

Sabiendo que las proteínas son imprescindible, utiliza alimentos como  huevos, carne y pescado. Cocínalos  jugosos, con salsa y especias, para conseguir que te gusten y así  estimularte a comer lo suficiente. El típico pollo guisadito con verduras, en lugar de un filete a la plancha. Una sopa de verduras con bien de pollo picado, o una buena sopa de pescado con muchos tropezones. Un pescado en salsa.

Los yogures  naturales tan frescos, fáciles de comer y digestivos te ayudan con la fiebre.

Caldos a base de pollo, con los que  elaborar sopas de verduras, en los que puedes trocear el muslo, y sin complicarte tienes un plato completo. Un puré de verduras, con calabaza, enriquecido con claras de huevo o con un par de huevos enteros. Te recomiendo sofreír las verduras en un poco de aceite de oliva, antes de añadir el agua,  consigues que resulte más sabroso. Añade un yogur desuerado o una cucharada de puré de sésamo o cacahuete, de esta manera el aporte de proteína y grasa buena lo tienes asegurado.

Esas mismas cremas sobre un trozo de pan, que has tostado un poquito para que sea más apetitoso, y encima un chorrito de miel de León Ya tienes una excelente merienda para inapetentes

Sin olvidarte, claro de  las legumbres. Recuerda siempre remojadas toda la noche para mejorar su digestión. Combina con muchas verduras,  obtienes así un plato completo, sabroso y fácil de comer.

Los fritos y rebozados, se digieren muy mal, tu digestión con la fiebre va más lenta. No te los recomiendo.

A lo  largo del día, alguna pieza de fruta, para aplacar la sed.

Y en León, una sopa de ajo con huevo o  trucha, es una excelente opción para inapetentes, sobre todo para abuelos y abuelas que estarán encantados de tomarla. Tomen nota las residencias de  una cena barata, sana, sabrosa y saludable, que con certeza muchos comerán con agrado.

Elena P. Rueda  Lda. en Veterinaria y Dietista