¿Como defendernos del Coronavirus?

En la patología infecciosa a menudo es mas importante el terreno que el germen, preocupémonos mas de aumentar nuestra salud que de perseguir o aislarnos del virus.

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Ahora León / Noticias de León / Opinión: Dr. Jorge Gutiérrez

Por las últimas noticias que nos llegan parece difícil que el coronavirus no llegue hasta nosotros próximamente dada su alta capacidad de contagio.
Sabemos que se trata de un virus con pocas posibilidades de producir un daño importante en personas sanas, aunque sí en personas con las defensas disminuidas. Por tanto; ¿ que podemos hacer para mejorar nuestro sistema de defensa ante el virus?.
Debemos seguir una alimentación sana, donde predominen los alimentos de origen vegetal sobre los de origen animal, dedicar a menudo una parte al consumo de alimentos crudos abundantes en vitaminas y sales minerales que no son destruidos por el cocinado ( frutos secos, ensaladas, frutas…), abstenernos en lo posible de alimentos en conserva, así como ultraprocesados, embutidos, exceso de carnes grasas y otros alimentos de digestión difícil. También es importante la cantidad especialmente en aquellos individuos con exceso de peso ( no nos olvidemos que la obesidad disminuye nuestras defensas ); la alimentación debe ser de calidad pero escasa. Haremos especial hincapié en los alimentos que refuerzan nuestro sistema inmune, entre ellos destacan los tres alimentos-medicamento; el ajo, el limón y la cebolla.
Existen multitud de productos naturales a base de hierbas que también pueden mejorar nuestro sistema defensivo, entre ellos la equinácea, la cúrcuma o el jengibre.

También la influencia psíquica es de gran importancia, es de sobra conocida por la ciencia la influencia negativa sobre nuestro sistema inmune del sufrimiento emocional al que tanto estamos acostumbrados en la vida moderna en forma de estrés laboral, disgustos, angustia, nerviosismo etc…No debemos olvidarnos del miedo y la histeria colectiva, es capaz por si misma de alterar el sistema inmune y favorecer las infecciones, tenemos que estar tranquilos.

La vida sedentaria, tan frecuente hoy en día, conduce al debilitamiento de las energías corporales y a la pérdida de la salud, no solo debilita la musculatura sino que además mengua la energía nerviosa y conduce a la debilidad de nuestro sistema inmune. Por el contrario el ejercicio reglado aumenta nuestra vitalidad y energía y por tanto refuerza nuestra capacidad defensiva.
Deberemos permanecer tanto tiempo como podamos al aire y al sol, respirando aire puro, es buena costumbre la de aprovechar los días festivos y las vacaciones para respirar el aire de la montaña, huyendo de la polución de la ciudad.
Son muy recomendables las aplicaciones sistemáticas de agua fría, en forma de baños, duchas, saunas etc, de forma metódica y evitando estímulos en exceso. Estas vigorizan el organismo y aumentan las defensas.
Debemos evitar todas aquellas situaciones que disminuyen las defensas naturales del cuerpo como el abuso de tabaco, alcohol y demás tóxicos, los excesos sexuales, las operaciones quirúrgicas de importancia, falta de sueño, vida desordenada etc.
Las personas que consiguen estos objetivos raramente enferman y si lo hacen sus dolencias suelen ser benignas y curan rápidamente.
En la patología infecciosa a menudo es mas importante el terreno que el germen, preocupémonos mas de aumentar nuestra salud que de perseguir o aislarnos del virus.