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Nuevo episodio de posible asesinato policial en EEUU, esta vez en Chicago, donde un agente disparó mortalmente a un menor de 13 años, presuntamente armado, aunque se ha demostrado que no era así.
La Oficina de Responsabilidad Policial de Chicago ha publicado, tras 2 semanas de protestas, el impactante vídeo en el que se pueden ver las imágenes grabadas por las cámaras corporales de los policías de la ciudad. Éstos respondieron tras escuchar unos disparos y se presentaron en el lugar.
Una vez allí, un agente disparó a Adam Toledo, un menor latino de 13 años, quien murió poco después. El incidente tuvo lugar el 29 de marzo en el barrio de Little Village, al oeste de la ciudad.
El vídeo, hecho público más de 2 semanas después, muestra cómo el agente disparó al niño porque supuestamente le vio sosteniendo un arma de fuego y la reacción fue inmediata. Le disparó en el pecho, causando una herida mortal.
Pero las investigaciones posteriores desmienten de que el menor tuviera dicha pistola en su mano, además de que tenía ambas manos en alto para ser vistas.
Un conflicto social
La visualización del vídeo fue «muy difícil y desgarrador para todos los presentes», explicaron a la ‘CNN’ los abogados de la familia Toledo, la cual agradece a la comunidad latina en Chicago por las protestas pacíficas en la ciudad para exigir justicia.
La alcaldesa de la ciudad, Lori Lightfoot, así como un fiscal, empeoraron las cosas a comienzos de abril al afirmar que el niño estaba armado y que era un caso de bandas latinas, que suelen ir armadas. Según el vídeo, parece ser que el menor, en tal caso, pudo esconder su arma antes de ser identificado por los agentes, pero uno de ellos consideró que lo estaba, pese a que mostró sus manos desocupadas.
Este nuevo crimen tiene lugar en pleno desarrollo del juicio contra el policía que mató por ahogamiento a el afroamericano George Floyd en Mineápolis.
