El conjunto de Joaquín Rocamora doblega con relativa comodidad al Balonmano Castellón

Termina la Jornada 14 en la Liga Guerreras Iberdrola, y el Elche Mustang sigue de cerca los pasos del Mecalia Atlético Guardés en la zona noble de la tabla clasificatoria.

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Ahora León / Noticias de León / Deporte

El equipo de Joaquín Rocamora recibía la visita de uno de los conjuntos instalados en la zona de descenso, el Balonmano Castellón, que conseguía resistir durante 22 minutos. Ahí, sin embargo, aparecía la primera gran ruptura del choque con un 6:1 favorable a las ilicitanas que dejaría el marcador en 17:12 en el descanso. Diferencia que permanecía estable en los primeros compases del segundo acto, hasta el despegue definitivo del Elche Mustang a 10 minutos del final para, a la postre, firmar su octava victoria consecutiva, el mejor registro de la presente campaña en la máxima categoría del balonmano femenino español.

El Mecalia Atlético Guardés, por su parte, deja atrás el mal sabor de boca por la derrota de la pasada jornada en Elche y regresa a la senda de la victoria en Valencia, ante un Canyamelar Valencia que no era capaz de resistir el vendaval gallego en la primera mitad, hasta marchar al descanso con una renta de 13 goles. La dinámica no sufría cambio alguno en el segundo acto, hasta alcanzar una diferencia de 19 goles al término de los 60 minutos.

En Alcobendas, partido de poder a poder, con un primer acto dominado tímidamente por el Helvetia Alcobendas, y una segunda mitad en la que el peso del marcador iba a descansar en la espalda del Liberbank Gijón que, incluso, disponía de dos goles de ventaja a 60 segundos del final. Teresa Francés primero, y Natalia Montilla a la postre, iban a ser las encargadas de empatar el partido, prácticamente sobre la bocina.

Finalmente, y no por ello menos importante, la victoria sorpresiva del Balonmano Morvedre en su visita a Lasesarre, cancha del Hotel Gran Bilbao Prosetecnisa Zuazo, cuyo dominio en la primera mitad y gran parte del segundo acto se desvanecía en la recta final, en la que el conjunto de Manu Etayo imponía sus ganas y, sobre todo, su necesidad por sumar los puntos para mantener con vida sus posibilidades de permanencia.