Ester Muñoz hace balance de los seis primeros meses al cargo de la Delegación Territorial de León

La Delegada Territorial de León, Ester Muñoz de la Iglesia hace un balance de sus primeros meses en el cargo

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Ahora León / Provincia / JCyL

«La Delegación Territorial es la puerta de entrada de los ciudadanos a la administración autonómica, la institución que posibilita acercarse y acercar la Junta de Castilla y León al conjunto de la sociedad. Así lo creo. Por ello, ante todo, desde que me incorporé al cargo, la prioridad de la Delegación de la Junta en León no es otro que el de estar al pie de la calle, en contacto permanente con los ciudadanos y sus problemas. Lo dije en mi toma de posesión, y con el paso del tiempo entiendo que con acierto, nuestro reto es ser el altavoz que transmita las inquietudes de los leoneses a las distintas consejerías y el medio para hacer llegar a la población las ambiciosas políticas de desarrollo y bienestar del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. En una palabra, servir, ese es el hilo conductor del trabajo realizado desde octubre. Con una gran ventaja, la plantilla de la Delegación Territorial, profesional y comprometida con el progreso de León, es el sólido cimiento sobre el que se edifica el avance que deseamos para nuestra querida tierra y por el que cada día funcionamos.

Estos seis meses he podido apreciar en primera persona la ingente labor que hacen todos y cada uno de los trabajadores de la Delegación, teniendo siempre en mente el servicio y la atención a los ciudadanos. Son muchos los trámites que en este edificio, así como en el resto de los servicios periféricos de la Junta en la provincia, salen adelante gracias a la labor de sus profesionales. Y un papel muy importante en este engranaje lo juegan los jefes de servicio o unidades administrativas, al ser los verdaderos patrones de este barco y en los que yo he podido apoyarme a lo largo de este medio año.

Una labor y dedicación al servicio público que se ha visto reconocida recientemente por la Agencia de Protección Civil con la mención honorífica al Mérito a la Protección Ciudadana de Castilla y León por el trabajo realizado durante la dramática crisis sanitaria y social provocada por la pandemia. Pero este esfuerzo y entrega no sólo se da en los tiempos más difíciles, como los que nos ha tocado vivir estos dos últimos años por el coronavirus, ya que he podido constatar que esta prioridad de la atención ciudadana es el ADN del personal de la Delegación. El servidor público debe estar siempre al servicio del ciudadano y en León eso se cumple con creces.

Me mueve el ser útil a los pueblos y ciudades de León, útil a los leoneses. Y para ello he iniciado un recorrido por la provincia, que pretendo que tenga continuidad, en el que he podido comprobar de primera mano las necesidades que tiene esta Provincia, pero también las múltiples iniciativas públicas y privadas que generan economía, crean puestos de trabajo y fijan población. Cierto que padecemos el envejecimiento y la despoblación, mal que aqueja al conjunto de Europa, pero también lo es que desde la Junta, en muchas ocasiones en colaboración con otras administraciones, se aplican soluciones y se prestan servicios sanitarios, educativos, sociales o culturales para que ningún leonés se sienta ciudadano de segunda.

Como representante de la Junta en León me gustaría agradecer a la Subdelegación del Gobierno, Diputación, Consejo Comarcal del Bierzo, Universidad de León y ayuntamientos de León, grandes y pequeños, así como al resto instituciones, entidades y agentes sociales, la cooperación y participación conjunta en los diferentes proyectos que hacen posible el crecimiento de nuestra provincia para seguir ocupando el lugar importante que siempre tuvo y tendrá tanto a nivel autonómico como nacional. En estos seis meses la colaboración con el resto de administraciones ha sido excelente para dotar a la provincia de León de nuevas infraestructuras y mejores servicios. Y tiene que seguir siendo así, porque las necesidades de mejorar son permanentes, siempre habrá actuaciones que requieran de la unidad institucional con el fin de ofrecer a la ciudadanía el porvenir que se merecen. Ejemplo de esa buena relación entre instituciones en beneficio de la ciudadanía es la planificación de la vacunación contra el COVID-19, la ejecución de decenas de inversiones del Fondo de Cooperación Local, la gestión de la mal llamada transición justa en las cuencas mineras, los planes de depuración en los espacios naturales, la ampliación de los terrenos para asentar empresas como en el Parque Tecnológico o los Polígonos de Cubillos y Villadangos o los múltiples programas mixtos de formación y empleo que se desarrollan en un buen número de municipios de la provincia.

En mis visitas a centros de salud, colegios, residencias para mayores, espacios culturales, empresas, conexiones por carretera o zonas naturales en la Comarca del Bierzo, Laciana, La Cabrera, Picos de Europa, el Sur de León, la Maragatería, Tierra de Campos, la Montaña Central, el Páramo, el Órbigo o las Tierras Bañezanas he podido confirmar que León, a pesar de las muchas dificultades, que las hay, es una tierra de oportunidades. Lo son León y Ponferrada, ciudades en las que la Junta se vuelca generando superficie industrial competitiva con el fin de ganar un mejor futuro desde el emprendimiento, pero también lo es el medio rural, que frente al dañino derrotismo o el populismo que todo lo invade, trabaja por una agricultura y ganadería moderna ejemplo para otros territorios, en el aprovechamiento de los recursos endógenos como medio para un crecimiento sostenible  o en la promoción de un sector agroalimentario del que debemos sentirnos orgullosos.

Han sido meses muy complejos, con la pandemia y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas, con los efectos en lo cercano de una dramática e injustificable guerra en Europa o con la convocatoria de las elecciones autonómicas. Tiempos de tomar decisiones con la intención, siempre, de acertar. Habrá quien critique lo realizado, lo asumo como un acicate para intentar superar los obstáculos que surgen. La realidad es que no todo lo que se nos plantea tiene fácil solución, e incluso puede que sea imposible darla, pero lo que sí tendrá quien se acerque a la Delegación Territorial es la atención de la administración autonómica en busca de salidas. Nos debemos a los ciudadanos y así entiendo estos seis meses de trabajo por y para León, por y para Castilla y León».

Ester Muñoz de la Iglesia

Delegada Territorial en León de la Junta de Castilla y León