Mañana se decide el Mundial de Fórmula Uno. Las cartas están sobre la mesa y los intereses por los dos únicos aspirantes al título no podían ser más dispares.
Tras finalizar la clasificación, los de Mercedes terminaron primero y segundo, Hamilton y Rosberg respectivamente, seguidos por un Richardo que aspira a terminar con buenas sensaciones pisando el podio al finalizar la carrera.
Mañana se abre la puesta a una carrera muy interesante, los de la escudería alemana han de luchar por sus intereses, no habrá órdenes de equipo, cada uno por su lado. Pero las necesidades son muy distintas, por su parte, Nico, que lidera la tabla de puntos necesita una carrera sencilla, sin complicaciones, una carrera en la que la velocidad y los tiempos bajos para despegarse cuanto antes del cuarto, puesto que de ganar Lewis, este sería campeón.
Mientras que la carrera del inglés, debiera ser previsiblemente lenta, le interesa hacer una pequeña cola, reten a los primeros para intentar que los seguidores de su compañero traten de adelantarle. Algo que se antoja complicado ya que Rosberg ha demostrado a lo largo de toda la temporada ser un piloto con cabeza.
Dentro de menos de 24 horas se bajará el telón de una temporada, 2016, que ha sido en ciertos momentos apasionante pero que en otros muchos se antojó lineal y algo predecible sobre todo por la compleja normativa que junto a los continuos cambios han podido desorientar ligeramente a los millones de telespectadores que buscan una competición como las de antaño.
2017 presume de ser una reformada temporada más apretada y como consecuencia más llamativa para todos los aficionados.
