IU de Castilla y León presenta una moción contra los cierres de camas y consultorios

Izquierda Unida presenta una moción en los Ayuntamientos donde tiene representación en la Comunidad exigiendo que se acabe con el progresivo deterioro de la calidad asistencial.

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Según la portavoz del área de salud de la formación, Carmen Franganillo, “se han cerrado al menos 452 camas Castilla y León, lo que afectará negativamente a la seguridad y salud de los ciudadanos, así como  a la carga de trabajo del personal sanitario.”Todo ello, sin contar con las camas que ya estaban cerradas en varios hospitales, como en el CAULE, con una planta cerrada en el propio hospital, más un ala del hospital Monte San Isidro.

Según izquierda Unida, éste hecho se repite cada año, así como los cierres de los consultorios rurales, que por falta de personal, debido a que no se sustituyen las vacaciones, se quedan sin servicio en el momento del año que más afluencia tienen las zonas rurales. Además, los ya saturados centros de salud de las ciudades tienen que absorber la demanda derivada de los pueblos. Este hecho significa una vulneración de derechos de la población rural, puesto que no se garantiza la atención en igualdad de condiciones, y, además, por diversos motivos, puesto que el servicio de transportes y de ambulancias es claramente insuficiente y poco práctico.

Izquierda Unida argumenta que “el aumento de la población flotante, sobre todo en las zonas rurales, y de visitantes en verano a las zonas turísticas supone que no existe en realidad una disminución de población, lo que afecta a la saturación de las urgencias por el mal funcionamiento del servicio. Es una más de las  consecuencias de recortar en atención primaria. Sumado a los recortes en hospitalaria, esto puede significar un peligro para la ciudadanía, además de una mala atención, puesto que hablamos de salud.”

Izquierda Unida prosigue explicando que “La falta de previsión y los problemas estructurales de un modelo sanitario obsoleto y pensado por quienes controlan las instituciones para acabar en manos privadas tiene unas consecuencias claras: El aumento de la lista de espera, la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, obligando a los y las profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello, como los pasillos. Aumento del el índice de personas enfermas que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología y deterioro de la calidad de la asistencia recibida.”