Jesús de Nazaret tenia familia en Villablino una obra » muy especial»

“La vida de Xuanqui” es una comedia asturiana inspirada en el humor hilarante, surrealista y transgresor de los MontyPython, quienes con su película “La vida de Brian” (1980), consiguieron crear un clásico que ha hecho reír a tres generaciones de espectadores.

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Ahora León / Teatro San Francisco

Un oficial del ejército romano natural de Pola de Lena, un Jesucristo bebiendo sidra y con parientes en Villablino, una Madre de Dios experta en merchandising,  una Palestina en el año 33 atestada de astures… y muchas cosas más que  no se pueden desvelar, se podrán ver en “La vida de Xuanqui”, una comedia desternillante inspirada en la famosa película de los Monty Pyton “La vida de Brian”. “La vida de Xuanqui” es una producción de Comunata Comediantes, con Chus Prieto “El Flacu” y Carlos Alba “Cellero” en la interpretación, y Lara Herrero en la dirección. Se podrá ver en el teatro San Francisco el viernes 6 de abril a las 21.00.

“La vida de Xuanqui” es una comedia asturiana inspirada en el humor hilarante, surrealista y transgresor de los MontyPython, quienes con su película “La vida de Brian” (1980), consiguieron crear un clásico que ha hecho reír a tres generaciones de espectadores.

En “La vida de Brian” se narra la historia de un hombre cuya existencia corre paralela a la de Jesus de Nazaret, desde el nacimiento a la crucifixión. Sin embargo, “La vida de Xuanqui” comienza en el punto en el que termina la película inglesa: en el momento en el que Jesús de Nazaret es crucificado. Xuanqui, asturiano de la cuenca minera, es el romano que se encarga de vigilar su cruz, entablan conversación, le da un culín de sidra al crucificado… y ahí se arma.

La vida de Xuanqui”, que ha girado con éxito por los teatros de Asturias, incorpora nuevas referencias a la actualidad social y política en cada representación. En esta ocasión la compañía asturiana introduce unos cuantos guiños a León y a la relación de los asturianos con esta tierra: las piscinas de Valencia de don Juan, la costumbre de ir a “secar”, o una procesión de Genarín celebrada en plena Tierra Santa. Y sobre todo, la fraternidad. Como dice Jesucristo en un momento de la obra: “Astures todos, desde el Esla hasta el Cantábrico”.