Juventudes de UPL denuncian el cierre de oficinas bancarias en el medio rural

Los jóvenes leonesistas lamentan el mal trato que se da a los habitantes de los núcleos rurales que para hacer gestiones tienen que depender de la amabilidad de un vecino

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Ahora León / Política / Juventudes UPL

Las Juventudes Leonesistas denuncian “la actitud insolidaria de varias entidades bancarias al cerrar numerosas sucursales en las provincias de la Región Leonesa (54% en Salamanca, 52% en Zamora, 21% en León del total de las mismas)”.

Los jóvenes aseguran que “con este tipo de decisiones han aumentado la brecha financiera entre el campo y la ciudad y también entre nuestra Región y otras áreas del país. Es un ejemplo negativo la actual Unicaja, que ha abandonado a su suerte a pueblos que colaboraron a que fuera la entidad de referencia en las provincias leonesas. Los pueblos depositaron en ellas sus ahorros y ahora se les paga con el olvido”.

“En muchos pueblos (como en Benavides, Carrizo, Puente Villarente, Santa María del Páramo, Morales de Toro) han ido perdiéndose servicios constantemente, desapareciendo primero las oficinas (como en Aldeaseca de la Armuña, Galinduste, Hinojosa de Duero, Topas o Villarino) después los cajeros y finalmente los autobuses con cajero (caso de Fresno de la Vega). El servicio de autobús que pasaba era el último vínculo de muchos pueblos con la entidad y también lo han suprimido; de tal manera que la gran mayoría de estos vecinos y especialmente los de edad avanzada tienen que trasladarse a otras localidades más lejanas. Sacar dinero, tener sus cuentas en orden, pagar recibos se convierten en una preocupación para muchos ciudadanos rurales, que, eso sí, bien que pagan sus comisiones”, explica el grupo de juventudes leonesistas.

También quieren mostrar agradecimiento por su labor a los funcionarios de correos, que realizan la labor de ayudar a la población financieras, por iniciativa de la Diputación de León, por ejemplo.

UPL Juventudes Leonesistas claman «por la desatención con que Unicaja trata a las personas mayores, “que se ven obligadas a depender de la amabilidad de un vecino o del alcalde para que les actualicen la cartilla, sacar dinero o pagar recibos, las entidades nos reclaman a los ciudadanos que hagamos nuestras actividades vía internet pero en el medio rural muchas veces no hay ni siquiera la posibilidad de tener conexión eficaz a Internet, y la gente mayor, en muchas ocasiones, no tiene un ordenador, smartphone o directamente no saben cómo manejarse en las aplicaciones financieras».

Desde el grupo muestran su negativa a que, “para más escarnio, los horarios de pago de recibos y atención al cliente estén tan limitados, de tal manera que no es fácil para los leoneses adecuarse a los mismos. Los pueblos que han dado, con sus ahorros, grandeza a la antigua Caja España, ahora se ven completamente marginados, maltratados y abandonados por la entidad a la que hicieron crecer”.