La albardilla de las Teresianas deberá sustituirse, tras la insistencia de León en Común

Dos años llevamos desde León en Común denunciando la irregularidad de esta construcción y la falta del informe preceptivo de Patrimonio.

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Ahora León / León en Común

En el mes de julio de 2016 nos llega vía email unas fotos en las que se observa que, en la tapia que rodea el patio del Colegio de las Teresianas, la albardilla de teja roja ha sido sustituida por un recubrimiento metálico de dudoso gusto y que afecta, como se observa en las fotografías, a la estética que debe regir en el Casco Histórico. Remarcamos que el enclave está protegido por estar situado en la zona monumental y además por estar al lado de un BIC, en este caso el Palacio de Doña Berenguela, ubicado en el patio del colegio.

Tras llevar esta queja a la Comisión de Urbanismo y pedir la documentación correspondiente, constatamos que la obra no había pasado ni tenía la autorización de la Comisión de Patrimonio que, en ningún caso, hubiera permitido la obra ya que ni los materiales ni el tipo de albardilla sustituida se ajustan a las estrictas normas de Patrimonio para su catalogación.

Han tenido que pasar dos años de preguntas reiteradas en dicha Comisión, de petición de documentación, de idas y venidas y de cruces de informes hasta que, finalmente, el técnico de Urbanismo ha reconocido en una de ellas el error y se ha comprometido a solicitar por escrito la reversión de la obra a sus propietarias, en este caso las Teresianas.

Desde León en Común consideramos que esto ha sido una doble victoria. Por un lado, conseguimos que se respete el Patrimonio Histórico, y por otro que se aplique la misma norma a toda la ciudadanía, sea un particular o una congregación religiosa. Cuando observamos en el día a día cómo al ciudadano de a pie se le exige el cumplimiento de una normativa, a veces excesiva y gravosa para el honrado contribuyente, y cómo a toda una institución religiosa se le permite cometer irregularidades que atentan con la normativa de Patrimonio, no podemos permanecer calladas. Nos ha costado dos años, pero, por fin lo hemos conseguido.