La Diócesis de León celebra la XXIX Jornada Mundial del Enfermo

Crespo asegura que “el acompañamiento y la escucha a todos aquellos enfermos que solicitan nuestra presencia es bienvenida y muy agradecida por todos los pacientes que, además en estos tiempos no pueden tener visitas de familiares”.

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La Diócesis de León se sumará mañana jueves día 11, coincidiendo con la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, a la XXIX Jornada Mundial del Enfermo que con el lema “Cuidémonos mutuamente” abre la ‘Campaña del Enfermo 2021’ y que se desarrollará hasta el próximo día 9 de mayo, Pascua del Enfermo, sin actos especiales, dadas las restricciones sanitarias vigentes en estos momentos por causa de la pandemia, que han impedido la celebración de la tradicional eucaristía en la Capilla del Hospital de San Juan de Dios y la jornada de convivencia de la Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes, que incluía una eucaristía en la Catedral y la simbólica procesión de antorchas.

TRABAJO DE CAPELLANES Y CONTACTO TELEMÁTICO

Todos esos actos, además de las Jornadas Interdiocesanas de Pastoral de la Salud de la Provincia Eclesiástica que en su edición XLI correspondía este año acoger a la Diócesis de León, han quedado suspendidos por las limitaciones que impone en estos momentos la situación de alerta sanitaria, aunque desde el Secretariado de Pastoral de la Salud se mantiene el trabajo con la presencia diario de ocho capellanes en los centros hospitalarios de la Diócesis y con un contacto permanente a través de las vías telemáticas.

Desde ese Secretariado diocesano de Pastoral de la Salud se señala que con la ‘Campaña del Enfermo 2021’ que se inicia mañana jueves día 11, en esa festividad de Nuestra Señora de Lourdes y que se prolongará hasta el 9 de mayo, Día de la Pascua del Enfermo, con el lema “Cuidémonos mutuamente”, se pretende que “en este tiempo de pandemia, en el que se han producido muchos miles de defunciones sin que hubiera posibilidad de que los enfermos estuvieran acompañados, lo que hace que la soledad se experimente de un modo particularmente dramático y el duelo de los familiares también se hace especialmente difícil, esta Campaña del Enfermo nos ayude a tomar conciencia de la mutua responsabilidad y la necesidad de cuidarnos y acompañar la soledad, también desde esa relación interpersonal de confianza que es fundamente de la atención al enfermo”.

La atención integral al enfermo es fundamento de la labor de Pastoral de la Salud y ahí el responsable del secretariado diocesano, Ovidio Álvarez, ha querido remarcar el testimonio y la labor que vienen realizando desde el inicio de la situación de pandemia los ocho capellanes que sirven en los centros hospitalarios de la Diócesis “porque han continuado en la brecha, de modo especial con un sacerdote en el Hospital de León que se ha dedicado en exclusiva a la atención de los enfermos de Covid-19, se ha seguido llevando la sagrada comunión a todos los enfermos que la piden, la santa unción de administra en los distintos centros, pero lo que no se ha podido seguir desarrollando son las demás actividades e incluso se ha suprimido la celebración de la eucaristía en las capillas cuando las circunstancias lo han impedido”.

PRESENCIA PERMANENTE EN EL CAULE

Un buen ejemplo de este compromiso y trabajo desde la Pastoral de la Salud ha sido el del sacerdote Jesús Crespo, capellán coordinador del servicio religioso del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE), que asegura estar viviendo “con intensidad, con tensión, estos momentos en los que se ha reorganizado todo el trabajo para asegurar una presencia permanente en todos los lugares del complejo, en el Hospital Universitario, en el Monte San Isidro y en Santa Isabel donde acudimos los sábados por la tarde para la celebración de la eucaristía, y nos hemos distribuido en dos circuitos, un capellán asiste el llamado circuito Covid-sucio y otro en el circuito limpio, con todas las limitaciones que esto va trayendo y con tensión y cansancio psicológico que ya se viene arrastrando, por los enfermos en sí, por las familias…”. En medio de una situación excepcional marcada por la pandemia, como nunca en sus ya quince años de servicio como capellán en el Hospital había vivido, Jesús Crespo asegura que “el acompañamiento y la escucha a todos aquellos enfermos que solicitan nuestra presencia es bienvenida y muy agradecida por todos los pacientes que, además en estos tiempos no pueden tener visitas de familiares”.