La Diputación invierte 121.000 euros en la reparación de las carreteras a Oville, Salce y Redilluera

Por otra parte, se han invertido 74.100 euros en la estabilización de taludes en siete carreteras de la zona de El Bierzo, Valdueza y Cabrera

0

Ahora León / Noticias de León / Diputación de León

Las carreteras de acceso a Oville, a Salce y a Redilluera han recuperado la normalidad después de que la inversión de 120.935,07 euros por parte de la Diputación de León haya permitido llevar a cabo sendas intervenciones de emergencia en los puntos afectados por las intensas y continuadas lluvias de finales del pasado año y principios del actual. Así lo ha podido comprobar el diputado de Infraestructuras, Luis Alberto Arias, durante la recepción de las distintas obras.

Las fuertes precipitaciones que se produjeron en la Montaña Central leonesa a mediados del mes de diciembre ocasionaban un grave corrimiento de terreno en el terraplén de la carretera provincial LE-3614, que enlaza la LE-331 con la localidad de Oville, en el término municipal de Boñar, concretamente en el punto kilométrico 3,445. La reparación del tramo afectado, tramitada como obra de emergencia, ha contado con un presupuesto de 51.065,22 euros que ha permitido la realización de un muro de sostenimiento de escollera, asentado sobre terreno compacto inalterado que asegure su estabilidad, como medio para la aportación del terreno para la reconstrucción del terraplén desprendido. Este muro tiene doce metros de largo, cinco de alto sobre la cimentación y dos y medio de ancho en coronación. Además, el muro de escollera se ha rellenado con material granular para facilitar el drenaje del agua bajo la carretera y evitar el empuje hidrostático.

Del mismo modo, se ha ejecutado una cuneta revestida de hormigón que evite la filtración del agua de escorrentía por debajo de la plataforma de la carretera, se ha repuesto la barrera de seguridad y se ha reparado el firme y repintado las marcas viales en los 50 metros de carretera en los que se ha actuado.

Estas mismas precipitaciones derribaban otro muro de sostenimiento en el punto kilométrico 7,540 de la carretera LE-4407, que va de la LE-493 a la altura de Pandorado a Salce, por Arienza. Con tramitación de carácter urgente, y gracias a una inversión de 33.039,85 euros, se procedía a ejecutar un muro de sostenimiento de hormigón en masa, en dos tramos, de 15,50 y cinco metros de largo respectivamente, asentados sobre roca asegurando de esta forma su estabilidad. El relleno de los mismos se realizaba con material filtrante y se instalaban mechinales para el drenaje del agua bajo la carretera. Además, se ha colocado una losa de hormigón en esa zona para evitar que el asentamiento de la plataforma de la carretera cargue sobre el trasdós del muro y se ha repuesto la superficie de rodadura en el tramo.

También fueron las intensas lluvias, pero en esta ocasión las que se registraban en febrero en la Montaña Oriental, las que provocaban un corrimiento grave de terreno en el talud de la carretera de titularidad provincial LE-3603, entre Lugueros y Redilluera, en el punto kilométrico 4,300. La reparación del tramo de carretera afectado ha supuesto una inversión de 36.800 euros siendo necesario realizar un muro de sostenimiento de la escollera que posibilitara la aportación del relleno para la reconstrucción del terraplén desprendido. Este muro suma también 12 metros de largo, cinco de alto sobre la cimentación y dos y medio de ancho en su coronación. El trasdós de la escollera se ha rellenado con piedra machacada de cantera para, posteriormente, realizar el terraplenado de la berma desprendida con zahorra artificial.

Estabilización de taludes

Por otra parte, en el marco de las inversiones periódicas y continuas que la Diputación de León realiza en la mejora de la red provincial de carreteras, de más de 3.300 kilómetros de extensión, se han recibido los trabajos de estabilización de taludes llevados a cabo en siete vías de la zona de El Bierzo, Valdueza y Cabrera. Las actuaciones, con una inversión de 74.100 euros, han consistido en la protección de los mismos con mallas metálicas, o reposición de éstas, tras el pertinente saneo y desbroce de los taludes y la consolidación de bloques inestables mediante anclajes pasivos.