La instalación de proyectos macro eólicos no son la solución a los problemas de la provincia leonesa

Los asistentes muestran su total rechazo a la instalación de estos macroproyectos eólicos en la Montaña Central Leonesa, porque la energía renovable también tiene que ser sostenible.

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Todavía con la montaña cicatrizada social y naturalmente por el cierre de la minería llega ahora un nuevo uso industrial para esta zona de León: las multinacionales han puesto el ojo en el recurso eólico esta vez, con idea de hipotecar el territorio a cambio de promesas de empleo y dinero. Dicen que no hay futuro para estas zonas, que estos parques eólicos serían la salvación económica, lo dicen quienes no han hablado con sus habitantes, ni recorrido sus caminos y ni subido a sus montañas

Es por ello que les respondemos que la ejecución de estos proyectos en la montaña Central Leonesa:

  • Supone un cambio respecto a las políticas de reconversión y sus inversiones desde el cierre de la actividad minera, que marcaban un futuro basado en la generación de un tejido de micropymes y pequeños negocios descentralizado y disperso por todo el territorio que aprovechasen directamente los recursos naturales del entorno, principalmente turísticos, agroalimentarios, ganaderos, etc.
  • La instalación de estos parques no responde a criterios de sostenibilidad ni de rentabilidad local, únicamente obedece a la cercanía respecto a las instalaciones que quedan sin uso en la central térmica de La Robla.
  • Este territorio cuenta con la protección de la UNESCO a través de las Reservas de la Biosfera del Alto Bernesga y Los Argüellos y por la Unión Europea a través de la Directiva Hábitats, entre otras declaraciones que destacan el especial valor de este territorio de montaña.
  • Sus habitantes recelan de estos proyectos que vienen a alterar el uso tradicional que se ha hecho de estos montes desde generaciones anteriores: aprovechamientos forestales, caza, acuíferos, apicultura y ganadería.
  • Por último hablemos del paisaje, de montañas de caliza, laderas de bosques caducifolios, que pasarían a ser tallados por las autovías forestales necesarias para la construcción y mantenimiento, y sembradas de molinos de 200 metros de altura (tres veces la catedral de León para que tengamos una referencia).

Y los abajo firmantes muestran su total rechazo a la instalación de estos macroproyectos eólicos en la Montaña Central Leonesa, porque la energía renovable también tiene que ser sostenible.