La Junta promueve la declaración de la Cuenca Minera de Fabero, en el Bierzo leonés, como Bien de Interés Cultural

El Boletín Oficial de Castilla y León publicó la Orden de la Consejería de Cultura y Turismo por la que se produce la incoación como Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto etnológico de la Cuenca Minera de Fabero. Con esta figura de protección, la Junta pretende preservar y poner en valor este importante patrimonio minero, que pasa a ser así el primer Conjunto minero de Castilla y Leon declarado BIC.

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La Consejería de Cultura y Turismo ha venido llevando a cabo un trabajo de colaboración con el Ayuntamiento de Fabero para poner en valor el magnífico patrimonio minero que atesora esa cuenca minera, una vez se ha producido la paralización definitiva de la explotación en las instalaciones existentes.

De este modo, los distintos trabajos ya ejecutados, con la rehabilitación del Pozo Viejo y otras edificaciones anejas en el Pozo Julia, se han completado con los estudios e investigaciones históricas necesarias. Todo ello ha hecho posible la publicación en el BOCyL de hoy del expediente de incoación como Bien de Interés Cultural de la Cuenca minera de Fabero, en el Bierzo leonés, convirtiéndose, así, en el primer Conjunto Minero de Castilla y León con esta protección.

Esta incoación afecta al conjunto en sí, pero se concreta en la delimitación de seis enclaves: Pozo viejo, Pozo Julia, Mina Alicia, Mina Negrín, Poblado de viviendas de Domingo Perez y Líneas de baldes e itinerarios.

A partir de ahora, tal como establece la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, hay un plazo máximo de dos años para que se proceda a la declaración definitiva, pero desde este momento, el Conjunto Etnológico de Fabero goza de los derechos y deberes inherentes a un bien ya declarado. Entre otros, los propietarios de las viviendas afectadas por la incoación podrán acogerse a la línea de subvenciones que la Consejería convoca anualmente para los bienes del patrimonio cultural.

Se trata de una decisión pionera, a la que en el futuro se podrán unir otros enclaves mineros de Castilla y León, así como de una herramienta decisiva de cara a la utilización del patrimonio minero como fuente de desarrollo económico para esas zonas.