La mayoría de las personas piensa que la alimentación influye en su bienestar psicológico

Los frutos secos y semillas, las frutas, el chocolate negro, los pescados azules y los dulces son los alimentos que, a juicio de los entrevistados, más efecto tienen sobre su bienestar.

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Coincidiendo con la irrupción de la llamada fatiga pandémica, o lo que es lo mismo, el cansancio y la desmotivación como consecuencia del confinamiento y la situación de emergencia sanitaria, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publica los resultados de una encuesta sobre la influencia de la alimentación en la salud psicoemocional. Los datos, que recogen la opinión de 1.746 personas de entre 25 y 79 años ponderadas de acuerdo con la distribución real de la población española, reflejan la creencia de que existe un estrecho vínculo entre la dieta y el bienestar psicológico.

El 55% de los encuestados afirma que la alimentación influye mucho en su bienestar psicológico y otro 35% piensa que lo hace un poco. Solo un 10% opina que no influye en absoluto. Las mujeres son más proclives a creer en esta relación entre la dieta y el estado de ánimo: el 62% piensa que influye mucho, mientras que en los hombres desciende hasta el 47%. Además, a medida que disminuye la edad también aumenta el porcentaje de personas que creen en dicha influencia.

De hecho, uno de cada cuatro encuestados reconoce utilizar en muchas ocasiones la comida como un medio para mejorar su bienestar psicoemocional, especialmente entre las mujeres y los más jóvenes.

Los frutos secos y las semillas, las frutas, el chocolate negro, los pescados azules y los dulces son, según los entrevistados, los alimentos que más efectos tienen sobre su bienestar psicológico. Aunque el tipo de alimento destacado varía según el género y la edad del encuestado. Mientras que para las mujeres los alimentos que más impactan en su bienestar psicológico son los frutos secos y semillas (31%) y el chocolate negro (27%), para los hombres lo son las frutas (25%) y los pescados azules (22%). Los resultados según la edad también varían de forma significativa: entre los menores de 39 años destacan los dulces (27%), entre los encuestados de entre 40 y 59 años, los frutos secos y semillas (29%) y entre los mayores de 59 años, las frutas (29%).

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