La OCU desaconseja el uso de alzadores para niños en el automóvil

Si la silla infantil se queda pequeña, OCU recomienda adquirir sillas del grupo 2/3 (para niños de 15 a 36 kg de peso) o, si están homologadas con la norma R129, para niños de entre 100 y 150 cm. Las hay desde 90 euros.

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Según crecen los hijos, las sillas infantiles se van quedando pequeñas y deben ser sustituidas por modelos para niños más grandes, correspondientes a los grupos 2 y 3.

Sin embargo, dado el espacio que ocupan en los asientos traseros y lo que pesan, no es raro sustituirlas por un alzador, pero se trata de una decisión equivocada e incluso peligrosa para el menor, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Aunque el empleo de alzadores es legal a partir de los 4 años (siempre que esté homologada y el niño pese más de 15 kg), OCU desaconseja su uso, igual que quitar el respaldo de la silla infantil (algunas lo permiten). La organización considera que los alzadores no garantizan una protección suficiente al niño en caso de impacto lateral, un tipo de choque habitual en las ciudades.

Cuando el niño crece y supera el rango de altura o peso para el que se ha diseñado la silla, debe adquirirse otra adaptada a sus nuevas dimensiones. Es la opción más segura y no tiene por qué resultar cara. Por ejemplo, entre las 30 sillas del grupo 2/3 (indicadas para niños de 15 a 36 kg de peso, de entre 4 y 12 años) analizadas y publicadas en la revista Compra Maestra, hay modelos con una excelente relación calidad precio, como el Römer Discovery SL, que se vende desde 90 euros.

Por cierto, aunque la ley solo obliga a usar una silla hasta que el niño mida 1,35 cm, OCU aconseja usarla hasta que alcance 1,50 metros, tal y como se establece en otros países europeos al considerar que resulta más segura que usar simplemente el cinturón del adulto.

Al mismo tiempo, OCU desaconseja el empleo de algunos dispositivos ajenos a la silla infantil, como los protectores de la hebilla del arnés, los cinturones dobles, los extensores y los sistemas de guiado del cinturón de adulto. Se trata de sistemas no homologados que pueden dificultar la operación de desatado del niño en caso de urgencia; de hecho, algunos son contrarios a la normativa. En estos casos la organización pide a las autoridades que se retiren cuanto antes del mercado.