La ULE elabora un Protocolo de Vigilancia frente a la COVID-19

La institución destina 400.000 euros del presupuesto de este año para protección y medidas sanitarias frente al coronavirus y dentro de este plan se incluye un Sistema de Vigilancia Epidemiológica que facilitará colaboración con las Autoridades Sanitarias.

0

Ahora León / Noticias de León / Universidad de León

La Universidad de León (ULE) destinará 400.000 euros del presupuesto de este año (103.005.630 euros) para hacer frente a los gastos derivados de la COVID-19, fundamentalmente a la adquisición de equipos de protección y medidas sanitarias y actuaciones de seguridad de la salud en relación con el coronavirus. Esta partida presupuestaria fue expuesta por Miguel Ángel Tesouro, Vicerrector de Profesorado en funciones, en la reunión del Pleno del Consejo Social del 16 de julio.

Además de esta dotación económica, la ULE consciente del escenario en el que puede desarrollarse el próximo curso 2020-2021, además de las medidas de distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado frecuente de manos, entiende necesario que estas pautas deban acompañarse de un buen sistema de vigilancia epidemiológica para la detección y aislamiento de las fuentes de infección y sus contactos y la asistencia socio-sanitaria a los enfermos de la COVID-19.

De ahí que haya elaborado un Protocolo de Vigilancia frente a la COVID-19 que permitirá dar una respuesta rápida para la identificación, manejo y seguimiento de los posibles casos de infección por SARSCoV-2 que puedan darse en la Comunidad Universitaria. Este protocolo incluye un Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SiVeUle) que facilitará la colaboración y coordinación entre la ULE y las Autoridades Sanitarias.

El Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad será en el encargado de la gestión y puesta en marcha de este protocolo que contará con la participación de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales y los integrantes del SiVeUle. El protocolo contempla que las medidas que han demostrado ser eficaces para bloquear la transmisión del virus (distanciamiento social, mascarillas, lavado de manos y protección respiratoria) serán la norma básica de prevención y control de la COVID-19, no obstante ante la sospecha de un caso de infección por SARS-CoV-2 se contactará con el teléfono habilitado por la Junta de Castilla y León (900 222 000), el Centro de Salud correspondiente y la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales.

El documento recoge que será considerado caso sospechoso por infección cualquier persona que presente un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de aparición súbita que curse con fiebre, tos o sensación de falta de aire,  y será considerado caso confirmado cualquier persona (sintomática o asintomática) con un diagnóstico de infección realizado por PCR o por serológico de infección, indicado por un facultativo autorizado. Los miembros de la comunidad universitaria que presenten estos síntomas habrán de auto-aislarse en su domicilio y comunicarlo a las autoridades académicas así como al Centro de Salud, hecho que facilitará la búsqueda ‘contactos estrechos’ dentro de la institución universitaria.

Precisamente esa búsqueda de contactos y seguimiento es uno de los principales objetivos del SiVeUle que servirá de nexo entre la Universidad y las autoridades sanitarias, facilitará recomendaciones preventivas adaptadas a cada escenario y situación, y proporcionará educación y formación de la comunidad universitaria en materia de prevención y control de la infección de coronavirus.

Además del Rector, Juan Francisco García Marín, y del Vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Ramón Ángel Fernández, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la ULE estará compuesto por un coordinador que hará las veces de interlocutor con las autoridades sanitarias, un comité de coordinación (un experto por cada Campus de la ULE, el Técnico de Prevención de Riesgos Laborales de la ULE, un representante sindical del PDI, otro del PAS y otro de Junta de Estudiantes), y las Unidades Básicas de Vigilancia (UBV) que corresponde tener una por cada facultad, escuela o instituto y el Colegio Mayor San Isidoro.

Todo un engranaje organizativo que tratará de bloquear la transmisión del virus desde la prevención y seguridad sanitaria, aunque ya se hace efectiva en la actualidad con la mamparas de protección en aquellos servicios de cara al público, la ubicación de dispensadores de gel desinfectante en todos los edificios de la ULE y el suministro de mascarillas.