Marta Lombó, Premio Mariano Rodríguez: «Los contaminantes ambientales tienen efectos sobre la información del espermatozoide»

El trabajo de la joven investigadora Marta Lombó, Premio Mariano Rodríguez, desvela cómo incide el Bisfenol A, disruptor endocrino presente en multitud de plásticos de uso común, en el desarrollo cardiaco de la descendencia a través de la exposición paterna.

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Ahora León / Noticias de León / ULE

Llegar a saber qué efectos tiene en la reproducción masculina un tipo de disruptor endocrino (Bisfenol A) presente en multitud de plásticos de uso común, supone la principal línea de investigación de Marta Lombó en un trabajo derivado de su Tesis Doctoral. El estudio ‘Efectos transgeneracionales de los contaminantes ambientales: alteraciones en el desarrollo cardiaco por exposición paterna a Bisfenol A’, acaba de ser galardonado en los Premios Mariano Rodríguez para Jóvenes Investigadores, convocados por la Fundación Carolina Rodríguez.

El Bisfenol A está presente en multitud de plásticos, desde el papel de los tickets (termosensible) a los biberones, tuppers, botellas de agua, composites médicas y dentales, electrodomésticos,…y provoca alteraciones y trastornos en la descendencia. Hasta ahora se han realizado estudios en madres gestantes y en lactantes y niños pequeños, pero la transmisión a través del padre está mucho menos estudiada.

Marta Lombó es graduada en Biología con reconocimiento de Gadea Biopharma por la “brillantez del expediente académico”, máster en Biología Fundamental y Biomedicina, y con un contrato FPI (formación personal investigador) para realizar sus estudios doctorado en Biología Molecular y Biotecnología. La investigación que ha llevado a cabo bajo la dirección de Paz Herráez, catedrática de Biología Celular, contribuye, -según Lombó- “a comprender los efectos que tienen los contaminantes ambientales sobre la calidad seminal y cómo esos efectos pueden transmitirse a futuras generaciones a través del esperma. Demuestra además que los cambios epigenéticos producidos, son reversibles, proporcionando evidencias de que las marcas epigenéticas son una interesante diana terapéutica”. La investigadora llama la atención sobre el hecho de que “la infertilidad masculina es responsable de, al menos, el 50% de los problemas de concepción y que afecta a entre el 10 y el 15% de los hombres, con lo cual los resultados de la investigación son muy relevantes en el campo de la salud reproductiva”.

Esta joven investigadora explica que el trabajo premiado es “el último derivado de mi tesis doctoral y que aún se encuentra pendiente de publicación. En estudios previos, en los que también se utilizó el pez cebra como especie modelo, demostramos que la exposición de machos adultos (generación F0) a un disruptor endocrino utilizado en la fabricación de polímeros plásticos, el Bisfenol A (BPA), daba lugar fallos en el desarrollo cardíaco de las siguientes generaciones. Además, más adelante comprobamos que dichas alteraciones en el desarrollo del corazón eran muy parecidas a las inducidas por la exposición directa de los propios embriones al mismo tóxico y que, cuando estos embriones eran tratados simultáneamente con BPA y con un componente del té verde (el epigalocatequín galato o EGCG), no sufrían daño cardiaco, mostrando el fenotipo normal”.

La hipótesis del trabajo realizado por la bióloga es que “los efectos tóxicos en el desarrollo cardíaco promovidos por la exposición paterna a BPA se deben a cambios en la información epigenética del espermatozoide, concretamente en la acetilación de histonas. Estas alteraciones epigenéticas, a pesar de no modificar la secuencia de ADN, pueden ser heredadas por el embrión tras la fecundación y son capaces de cambiar los patrones de expresión de los genes”.

Para confirmar la hipótesis que desarrolla la investigación Lombó señala que “se expusieron al tóxico machos adultos de pez cebra durante etapas tempranas de la espermatogénesis. En su descendencia se analizó la expresión de ciertos genes candidatos y su perfil epigenético”. Más allá de constatar las consecuencias para la descendencia de estas alteraciones, la investigación avanzó además “un ensayo de rescate con el epigalocatequín galato (EGCG), debido a su conocida capacidad para inhibir la acetilación de histonas”.

Los resultados demostraron –explica Lombó- “que los embriones obtenidos a partir de machos tratados con BPA heredan el incremento en la acetilación de histonas, previamente observado en los espermatozoides. Este cambio epigenético altera la estructura de la cromatina de algunos genes involucrados en el desarrollo cardíaco, promoviendo un aumento en su expresión. No obstante, al tratar estos embriones de la F1 con el componente del té verde (EGCG), se redujo la hiperacetilación de histonas, se consiguió neutralizar la sobreexpresión génica y disminuyó significativamente la probabilidad de que los embriones sufrieran malformaciones cardíacas durante el desarrollo”.

UN PREMIO DEDICADO A UN COMPAÑERO INVESTIGADOR FALLECIDO

Marta Lombó agradece a la Fundación Carolina Rodríguez y a la Universidad de León este premio “porque la carrera científica es tan sinuosa que este tipo de premios son un estímulo, y hace que aumenten nuestra motivación y dan visibilidad a nuestro trabajo, haciendo que el gran esfuerzo que llevamos a cabo, sobre todo durante la etapa predoctoral, se vea recompensado”, explica al tiempo que reflexiona sobre la divulgación de la investigación: “Confío en que la difusión de este trabajo sea un paso más para hacer llegar a la sociedad los resultados fruto de la investigación pública, que tan valiosa ha demostrado ser especialmente en estos últimos meses”.

A la espera de avanzar en estas investigaciones, y en el trabajo que ahora realiza en Inbiotec, Marta Lombó incide en dedicar el premio que acaba de recibir a “alguien cuyo espíritu crítico  y pasión por la biología nos acompañará siempre. Seguiremos luchando para que la Ciencia ayude a democratizar nuestra sociedad. Que la tierra te sea leve, querido Serafín». Un recuerdo a un compañero recientemente fallecido, con el que el equipo compartía la entrega a la biología y la investigación.