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El Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León (ULE) sirvió ayer de escenario para la presentación del movimiento ‘Rebelión Científica’, formado por científicos y académicos que proponen una protesta activa y no violenta para luchar por el cambio climático. El movimiento nace como consecuencia de la pasividad de los gobiernos para responder a las urgentes acciones que demanda el último informe sobre cambio climático publicado por el Grupo de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC). Este informe hace un llamamiento desesperado para intentar reducir las consecuencias que tendrá el cambio climático sobre la economía, la salud y la conservación de los ecosistemas, la situación es irreversible y su gravedad dependerá de las acciones reales que se tomen en los próximos años. Dada la importancia del problema, varios investigadores y académicos decidieron formar parte del activismo climático a través de la divulgación del problema y de la realización de acciones disruptivas que fuercen a los gobiernos a adoptar medidas inmediatas que ayuden a mitigar el cambio climático.
Dos de esos integrantes de ‘Rebelión Científica’, Víctor de Santos, ambientólogo e investigador, y Marina Serna, estudiante de Biotecnología en la ULE, presentaron ayer los postulados del movimiento y las evidencias científicas que apoyan la necesidad de una respuesta urgente al problema. En su intervención, Marina Serna avaló con datos la delicada situación a la que se enfrenta la humanidad. Según los informes presentados, “en el mejor de los escenarios la temperatura media del planeta subirá en grado y medio con respecto al año 1850, en la época preindustrial, y que conlleva desertificación y escasez de alimentos. En las peores previsiones, a finales de este siglo el calentamiento podría llegar a los ocho grados y medio, lo que traerá un colapso socioeconómico para la humanidad”.
Víctor de Santos, por su parte, calificó el momento actual de “catastrófico” y aseguró que “se agravará si se retrasa la puesta en marcha de nuevas políticas medioambientales, por eso es muy importante lo que hagamos en los próximos tres o cuatro años. Se nos está acabando el tiempo y los próximos años son claves para lograr una presión fuerte de la sociedad civil para lograr cambios de verdad”, argumentó al tiempo que desgranó ejemplos recientes de sequías y fenómenos extremos producidos en países como India o Pakistán.
El objetivo de ‘Rebelión Científica’ es “organizar acciones disruptivas o protestas potentes para concienciar al conjunto de la sociedad de la necesidad de dar un giro hacia políticas más verdes”. Para ello, las acciones estarán coordinadas con los movimientos de la misma índole que han surgido en otras partes de España. La sesión de ayer fue de carácter informativo y buscó reclutar miembros activos “para tener fuerzas suficientes” para emprender este tipo de acciones a nivel local.
