OCU reclama una base de datos sobre los accidentes relacionados con la seguridad de los productos

Sólo en la Unión Europea, se producen 38 millones de lesiones al año por este motivo, de las cuales, 5 millones suponen un ingreso hospitalario

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Con motivo de la Semana Internacional de la Seguridad de los Productos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto con otras organizaciones europeas, piden a las autoridades la revitalización de la denominada base de datos sobre lesiones europeas (UE-IDB).

Sólo en la Unión Europea, aproximadamente 5 millones de personas ingresan cada año en un hospital como consecuencia de las lesiones sufridas en accidentes ocasionados por falta de seguridad de los productos. Además, otros 33 millones de personas son tratadas como pacientes ambulatorios, según la Asociación Europea para la Prevención de Daños y Promoción de la Seguridad, por sus siglas en inglés EuroSafe.

Para OCU, 38 millones de lesiones al año no solo es una cifra lamentablemente alta, sino que también implica un importante gasto sanitario, que se ha estimado en 78.000 millones de euros al año, según esa misma fuente.

La seguridad de los productos de consumo, pero sobre todo la ausencia de la misma, ya sea por infracciones o por lagunas en la normativa, juega un papel muy importante para evitar tanto la asiduidad como la gravedad de las lesiones.

De los datos antes indicados, 20 millones de los accidentes ocurren en el hogar o mientras se realizan actividades de ocio, incluidos los deportes, resultando que los productos están involucrados en más del 50% de estas lesiones (aproximadamente 11 millones de lesiones al año).

Una herramienta eficaz para la prevención de accidentes es una base de datos completa que recopile cifras sobre frecuencia y gravedad de los citados accidentes, tipo de lesiones, así como sobre el grupo de población implicado y las circunstancias en cuestión, es decir, productos involucrados, actividades o el lugar donde se han producido.

Para OCU, las instituciones europeas deben esforzarse por crear un marco legal que ayude a los Estados miembros a recopilar y compartir datos sobre lesiones relacionadas con productos de consumo, basado en una metodología común, con el objetivo de lograr una base de datos armonizada, de alta calidad, representativa y actualizada para todos los países miembros, que supone el método más eficaz para prevenir accidentes y por tanto, no sólo protege la salud y la integridad de nuestros consumidores, sino que también ahorraría importantes costes sanitarios y de otra índole a las administraciones nacionales.