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El Fondo de recuperación Europeo ha originado en los 27, podría sufrir serios retrasos tras la decisión del Tribunal Constitucional alemán. El alto tribunal ha decidido que el presidente del país, Frank-Wlater Steinmeier, «no debe firmar» el acuerdo tras aceptar a trámite un recurso presentado por varios economistas euroescépticos contra este mecanismo.
Para que el fondo de recuperación sea una realidad, la Unión Europea (UE) necesita la aprobación de los 27 parlamentos nacionales, una cuestión que a día de hoy solo se ha ratificado al completo en 10 países: Bulgaria, República Checa, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Malta, Portugal y Eslovenia.
n Alemania se había aprobado el acuerdo sobre el citado mecanismo en las dos cámaras, el Bundestag y el Bundesrat, equivalentes al Congreso y al Senado españoles. Falta tan solo la firma del jefe del estado, el presidente Steinmeier, pero que tras la decisión del Constitucional alemán no podrá ratificar el acuerdo y el fondo de recuperación queda en el aire.
750.000 millones bloqueados sin fecha límite
El plan de la Unión Europea para ayudar a paliar las consecuencias económicas del coronavirus es repartir 750.000 millones de euros entre los 27. Un impulso económico por el que España espera varios miles de millones, pero que tras el dictamen del tribunal alemán, se queda sin fecha de llegada.
El recurso admitido a trámite por el alto tribunal de Alemania ha sido impulsado por un grupo de economistas de corte euroescéptico, cuya cabeza visible es Bernd Lucke, antiguo líder de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AFD). La demanda contra el fondo anti coronavirus europeo cuenta con 2.200 firmas y argumentan en su recurso que vulnera la obligatoriedad de la UE de presentar unos presupuestos equilibrados y consideran «desorbitada» el volumen de deuda que se adquirirá, además de criticar que se compartirá con todos los estados miembros.
Sobre cuánto tardará el tribunal en emitir un veredicto ante el recurso presentado no se ha fijado ningún plazo, pero sus decisiones sobre temas similares se han alargado en otras ocasiones hasta los tres meses. Además, una vez lograda esta firma y la luz verde de todos los países, la UE también tiene que dar el visto bueno a las reformas y planes de cada uno antes de que las ayudas comiencen a inyectarse a cada país. Este nuevo revés pone muy difícil que el plan haya sido ratificado por los 27 a finales de abril tal y como estaba previsto en el calendario.
