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Con este motivo hemos registrado una moción recogiendo la necesidad de dotar a la Diputación de políticas claras contra la Violencia nacida del patriarcado, contando para ello con el consejo provincial de la mujer para ser la herramienta que da voz a los colectivos feministas y sirviendo para fijar las políticas provinciales en esta y todas las materias que afecten directamente a la mujer, sobre todo en el mundo rural.
La moción consta de seis acuerdos en los que se insta a la institución provincial a adoptar una serie de medidas básicas para poder avanzar en materia de igualdad y contra la violencia machista: la declaración de la provincia de León como libre de violencia de género, la implantación de un protocolo de actuación contra la violencia en el seno de la Diputación, el refuerzo de los recursos económicos y humanos destinados al desarrollo de políticas de igualdad activas, integrales y participativas, la implantación de un plan de igualdad y contra la violencia de género en coordinación con otras instituciones públicas, al desarrollo de políticas encaminadas a la abolición de la prostitución y a la eliminación de la publicidad discriminatoria o denigrante de las mujeres de los espacios públicos.
Se trata de medidas que de ser aceptadas por el pleno, evidenciarían por fin, la existencia de un compromiso real de la Diputación Provincial por la igualdad y contra la violencia, y no solo el postureo que vienen demostrando, con actos únicamente mediáticos y electoralistas y carentes de una mínima aplicación práctica, como la lectura de manifiestos con el correspondiente posado para los medios de comunicación sin llegar después a realizar ningún tipo de política real y efectiva para acabar con esta lacra social.
Desde IU-Coalición en Común apuestan también por el consejo provincial de la mujer, puesto recientemente en marcha, como el órgano de participación ciudadana que promete ser, pero en el que es preciso subsanar algunas deficiencias de su propio reglamento para poder convertirlo en un órgano realmente eficaz en cuanto a las funciones que ostenta. Es destacable la escasa representación en el mismo de asociaciones de mujeres del ámbito rural y las trabas a la hora de nombrar suplentes en el caso de los grupos políticos de diputación. De no modificarse estos aspectos tememos que de ser una oportunidad para las mujeres de la provincia pase a ser, una vez más, una herramienta cuyo único fin sea el de acaparar titulares sin realmente llegar a hacer nada más.
