Cómo protegerse del ozono cuando se encuentra en sus niveles más altos

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Durante esta época del año, entre el final de la primavera y principios del verano, se alcanzan los valores máximos de ozono, debido fundamentalmente a que la radiación solar es máxima, así como la actividad de las plantas y a una intensificación del tráfico rodado.

El ozono es un contaminante secundario, que se forma a partir de otros contaminantes atmosféricos primarios (óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos) en presencia de una elevada radiación solar. Parte del ozono troposférico es de origen natural (valor de fondo). Es el caso del formado a partir de óxidos de nitrógeno presentes de manera natural en la atmósfera y de los componentes orgánicos volátiles (COV) biogénicos (los emitidos fundamentalmente, por plantas aromáticas) pero también el que proviene de intrusiones de ozono estratosférico (23%) del total o el que se forma en las descargas eléctricas de las tempestades.

Los niveles más altos de ozono se registran preferentemente en presencia de elevadas tasas de insolación y condiciones de estabilidad atmosférica, por lo que el verano resulta el periodo más propicio. Bajo estas condiciones suele estimularse también el desarrollo de circulaciones locales de brisa que, como causa y efecto, favorecen el incremento de los niveles de concentración de ozono superficial. Esto es debido a que este tipo de movimientos atmosféricos conllevan en general una pobre renovación de la atmósfera en los niveles superficiales, que se ven sometidos a procesos de recirculación y confinamiento dinámico, aumentando el grado de envejecimiento químico de la masa aérea.

El Ayuntamiento de León, a través del área de Medio Ambiente, aconseja como medida preventiva, que se evite la exposición al sol durante las horas centrales del día, así como la reducción de la actividad física al aire libre, ya que el ejercicio físico puede multiplicar por cinco el aire inspirado.

Los grupos de población más sensibles al ozono son:

Niños: Es el grupo de mayor riesgo a la exposición, debido a que pasan gran parte de su tiempo al aire libre, realizando actividades físicas.

Adultos: Que realizan actividades físicas prolongadas en el exterior.

Personas con enfermedades respiratorias como asma y bronquitis crónica.

El ozono en proporciones elevadas resulta perjudicial para la salud y frena el crecimiento de las plantas y árboles. Penetra por las vías respiratorias y debido a sus propiedades altamente oxidantes provoca irritación de las mucosas y los tejidos pulmonares. Los principales efectos observados son irritación de los ojos, tos, dolor de cabeza, dolores en el pecho, etc. Cuando las concentraciones son muy elevadas, puede llegar a provocar inflamaciones pulmonares, afectando gravemente a la función respiratoria.