Psoe igual a que Pedro Sánchez olvida España

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Periódico de León / Opinión / P.Sánchez

Me sorprende enormemente leer o escuchar en tertulias a periodistas, analistas políticos y otros “informados o enterados”, que se extrañan de palabras,, expresiones, dichos,  -en ningún caso ideas, porque no las hay -, del fenómeno P. Sánchez.

Personaje archiconocido por su etapa anterior destrozando PSOE. Ahora, con el refuerzo de una militancia fanatizada se ha visto aupado contra toda lógica y dueño de la situación, para seguir destrozando…

Lo primero ha sido blindarse en el sillón para que nadie pueda removerlo. Lo segundo, rodearse de una guardia pretoriana que le rinda toda clase de pleitesías. Tercero, ha ido en busca de sus congresistas y les ha puesto “en fila”; ¡quien manda, manda!

Y ahora, con todo atado y bien atado???, ya puede hacer su real gana. Ya puede decir toda clase de sandeces, ya puede des-votar y dejar en ridículo a su Partido, porque “el Partido soy yo”, ¡quien manda, manda!  Con demostración permanente, pero en Cataluña se te suben a los bigotes y te aguantas.

Como no tiene otro bagaje (ya lo vimos sobradamente en su primera etapa), “se pasea por España…” (con música) y llevando el rencor a cuestas, lo que hace que tu enemigo viva dentro de tu cabeza y ello te hace olvidar a España.

Como “político muy instalado en el bien imaginario, que es enormemente aburrido, al contrario del bien real que es siempre nuevo, maravilloso, embriagador” (en expresión de Simone Weil), nos aburre con tanto infantilismo propio de los populismos más rancios, algo que no encaja en el PSOE que conocimos, pero que los imaginativos cabezas de los últimos 15 años han convertido en piltrafa pseudo-democrática, porque ignoran que las cosas son como son, no como tú quieres decirlas, eso solo cabe en la “magia progresista”.

No es el poder que has acumulado, sino lo que esparces, eso es lo que nos dice el tipo de personaje que eres. En la primera etapa esparciste humo, enemistad y odio, son las riquezas que gustan a los fanáticos. Ahora esparces sectarismo, ambigüedad, populismo infantiloide y una inmensa ignorancia que jibariza cuanto toca, y lo que toca es España olvidada  olímpicamente porque la egolatría solo tiene una patria que es el yo.

El bien común, la cooperación y la acción positiva no encajan en el yo hinchado que se nutre de chupar cámara con sonrisa de lelo, soltar ocurrencias, anular adversarios, buscar aduladores y montar el siguiente circo, con muchos payasos, ¡cuantos más, mejor!

¡¡A España, que le den…!!