El PSOE de Sánchez tiene miedo al transfugismo

Sánchez pierde la primera votación y su investidura tendrá que esperar hasta el martes

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El término ‘tamayazo’ ha regresado al foco mediático casi dos décadas después del episodio ocurrido en la Comunidad de Madrid, cuando la ausencia de dos diputados del PSOE hizo perder al partido la presidencia de la región. El fantasma del transfuguismo ha vuelto a agitar al PSOE en el debate de investidura de Pedro Sánchez, después de que las derechas, especialmente Ciudadanos, hayan pedido a los diputados socialistas que rompan la disciplina de voto.

Los términos ‘tamayazo’ y transfuguismo sonaron en reiteradas ocasiones durante las dos jornadas del debate de investidura de Pedro Sánchez, y es que el propio PSOE trató de mostrar una imagen de unidad y sin fricciones de cara a la formación del nuevo Gobierno. Desde las derechas reclaman «valentía» a los diputados del PSOE que no compartan la hoja de ruta de Sánchez así como los pactos de cara a su investidura, mientras que en Ferraz insisten en que no hay «arribistas ni tránsfugas».

Sánchez utilizó su discurso final para criticar las llamadas al transfuguismo en las filas socialistas. «Lo que hemos escuchado durante el debate estos días, lo que hemos visto y leído en los correos electrónicos de diputados del PSOE, incluso aquí desde esta tribuna por parte de portavoces llamando vergonzosamente el transfuguismo de diputados del Grupo Parlamentario Socialista, cuando hace años el transfuguismo fue denostado y rechazado por muchos partidos políticos hoy aquí, a mí me parece que es el síntoma preocupante de la colonización del discurso del espacio conservador por la ultraderecha».

Ya antes del debate, el PP y Ciudadanos apelaron en reiteradas ocasiones a los barones socialistas para que trataran de impedir los acuerdos de Sánchez con ERC, y posteriormente se dirigieron a los diputados, con la esperanza de un nuevo ‘tamayazo’ que frustre los planes del secretario general del partido.

La amenaza del transfuguismo ha agitado al partido cuando falta un día para la segunda votación de investidura, especialmente teniendo en cuenta lo ajustado de las votaciones, ya que si nada cambia, Sánchez logrará 167 votos a favor frente a 165 noes y 18 abstenciones, de forma que una ausencia o cambio en el sentido del voto podría impedir la investidura del socialista.

En cualquier caso, tanto socialistas como ‘morados’ y republicanos confían en que la segunda votación, en la que solo es necesaria la mayoría simple, se repita el resultado de la primera, de forma que Sánchez sumaría más síes que noes.