Recuperan el meteorito que cayó en Reliegos en 1947

Hace 60 años desapareció el fragmento que custodiaba un investigador del Museo de Ciencias Naturales

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Ahora León / Noticias de León / Fuente: SINC

El Día de los Santos Inocentes de 1947, los vecinos de Reliegos, en León, amanecieron con un enorme estruendo. Pensaron que había caído un avión, pero había sido un meteorito. Lo entregaron al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) para ser estudiado y expuesto.

Allí permaneció hasta que hace más de cinco décadas uno de los trozos despareció. Hoy ha regresado a su vitrina. El meteorito, recuperado por agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Tres Cantos (Madrid), ha sido devuelto este miércoles al director del MNCN, Rafael Zardoya.

El general José Antonio Berrocal Anaya de la Guardia Civil ha hecho la entrega destacada que proteger y conservar el patrimonio de España es “una de las labores más gratificantes” del cuerpo. Por su parte, Zardoya ha agradecido “este buen regalo de cumpleaños” en el 250 aniversario del Museo que se celebra este año.

La intervención policial comenzó a instancias del MNCN, después de que el conservador de la colección de Geología, Aurelio Nieto, descubriera que la roca —etiquetada como las colecciones de museo— había sido puesta a la venta en un portal de subastas de internet (todocoleccion.net). La puja finalizaba el 27 de octubre y su precio de salida fue de 27.500 euros.

El aviso de Nieto abrió una operación policial que ha conducido a los investigadores hasta la localidad guipuzcoana de Hernani, donde la Guardia Civil ha logrado recuperar el fragmento.

La investigación, sin embargo, sigue abierta, ya que en el momento de su desaparición hace más de 50 años, el meteorito estaba custodiado por el investigador del MNCN Laborde Welinde, quien pudo cometer un delito de apropiación indebida, ha explicado el responsable del SEPRONA de la Guardia Civil, capitán Marcos Santos.

En los últimos años, la venta por internet ha crecido “de forma exponencial”, unas subastas pueden ofertar objetos de interés científico, armas, animales protegidos o patrimonio expoliado, entre otras cosas, por eso, “siempre hay que informarse antes” y “por seguridad y transparencia, evitar las operaciones que no dejan rastro o que solicitan el dinero por adelantado”, ha advertido Santos.