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El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, bendecía ayer las instalaciones de la remozada ‘Sala de lectura’ de la Biblioteca del Seminario Mayor San Froilán, desde donde se facilita el servicio de atención al público para el acceso a los más de 80.000 documentos que atesora este servicio diocesano y que tiene como usuarios preferentes a los alumnos y al cuerpo de profesores del Centro Superior de Estudios Teológicos (CSET) de León.
En un acto que contó con la presencia de una representación de los seminarios diocesanos, el Conciliar de San Froilán y el Redemptoris Mater Virgen del Camino, así como del Seminario de La Inmaculada y Santo Toribio de Astorga, se bendecía este renovado espacio de 77 metros cuadrados, con acceso directo a las salas de depósito de la Biblioteca del Seminario y con 16 puestos de lectura dotados con conexión directa a internet, además del despacho del bibliotecario en el que se ubica el servicio de préstamo.
FONDOS Y COLECCIONES
La Biblioteca del Seminario Conciliar San Froilán de León cuenta con un fondo de más de 80.000 referencias bibliográficas, de las cuales más de 35.000 se corresponden con libros. Destaca el denominado ‘Fondo Antiguo’ con 2.081 obras catalogadas y datadas en los siglos XVI y XVII, así como los más de siete mil volúmenes atesorados a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Por especialidades es preciso reseñar los 1.550 libros dedicados a la temática de Sagrada Escritura con la reciente adquisición de la edición facsímil de la Biblia Políglota-Complutense, los 14.000 que se dedican al reflejar el devenir histórico de la Teología, los 2.170 de la extinta Biblioteca de Espiritualidad del Seminario, los 675 de Derecho Canónico y los 2.350 de Filosofía, además de enciclopedias, anuarios o actas de congresos, junto con las más de trescientas revistas periódicas que se siguen recibiendo en esta Biblioteca.
29 que en 1990 pasaron a engrosar este servicio, y remarcó el trabajo “de los servidores fieles que con su labor callada y pertinaz han recogido, recopilado y conservado el patrimonio que a través de este nuevo entorno se pone a disposición de estudiosos y lectores, y en particular el nombre de Don Manuel Pérez Recio, con una catalogación que sigue siendo brújula segura para encontrar los libros, y de Don Eduardo Prieto Escanciano que puso todo su esfuerzo en informatizar los datos de referencia para facilitar las búsquedas”.
