Ahora León / Deporte / Foto: Saúl Aren

Lograr maravillosas piruetas en el aire, elegantes saltos acrobáticos y giros vertiginosos no es fácil y menos llegar a la élite y conseguir medallas olímpicas. Cuando vemos a Carolina  Rodríguez sobre el tapiz, vemos un montaje de gimnasia rítmica, nos sorprende su flexibilidad, coordinación y la capacidad de manejo de aparatos que tiene. Pero, ¿Qué se esconde detrás de esa perfección que tanto nos maravilla? ¿Cuántas horas son necesarias para ejecutar tan bonito ejercicio? Carolina se ha dejado la piel, y muchas horas, mucho tiempo de su vida en cada salto, pirueta… Todo esto porque para ella la gimnasia rítmica es un arte más que un deporte, arte donde sus intérpretes se recrean en la belleza del ritmo y la armonía del movimiento, entrelazado con el juego de los lazos o las pelotas. Debemos agradecer a Carolina Rodríguez el esfuerzo realizado para que la gimnasia rítmica tenga una continuidad en León, pues su energía no solo queda en los saltos o en las piruetas, también sus enseñanzas y sus valores han dejado huella en unos jóvenes que con ilusión, seguirán sus pasos y al igual que ella, creen que la gimnasia rítmica forma personas, educa almas y hace crecer desde el trabajo. Esto también se lo debemos a Carolina, esto se esconde detrás del trabajo y el esfuerzo de Carolina Rodríguez. Gracias Carolina.