UGT y CCOO exigen al Grupo Siro que rectifique y se siente a negociar desde la responsabilidad

UGT y CCOO se han concentrado ayer frente a las Cortes de Castilla y León para exigir soluciones frente al cierre que la empresa Cerealto Siro ha planteado en la planta de la localidad palentina de Venta de Baños.

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Los representantes de las federaciones de industria de ambos sindicatos han coincidido en señalar que “la solución tiene que venir dada por un acuerdo entre instituciones, gobierno central y Junta de Castilla y León, y un acuerdo laboral que hasta ahora no ha sido posible”. Por parte de CCOOCyL, el secretario de política industrial de la federación de industria, Miguel Ángel Brezmes, ha hecho hincapié en la “necesidad urgente de una inyección de liquidez, tanto para pagar salarios como para poder comprar materia prima, mientas estamos a la espera de cerrar un acuerdo definitivo con el inversor para posibilitar que 1.500 puestos de trabajo directos no se vayan fuera de la comunidad”.

También ha hecho referencia a la deuda de 300 millones de euros, reconocida por la empresa, “de la que no se puede culpar a los trabajadores, sino a la gestión errática de la compañía”. Desde UGT FICA CyL; la secretaria de acción sindical, Sandra Vega, no entiende que “no nos hayan convocado a los sindicatos a la reunión de hoy, mientras que sí lo han hecho para mediar en otras ocasiones”, achacándolo a que “pueda deberse a que las consejerías de industria y agricultura se encuentran en manos de otro partido político”.

En cuanto al plan de competitividad, exigido por el inversor para entrar en el grupo, ha señalado que lo llevan negociando desde hace 7 meses y que se llegó a algunos preacuerdos con los que no toda la plantilla estaba de acuerdo. En este sentido Vega ha reseñado que “tanto el Ministerio como la Junta de Castilla y León bien podrían poner de su parte para que el plan fuera mejorado y terminar con el conflicto, porque de no ser así”, ha continuado, “en poco tiempo veremos no el cierre de una fábrica, ya anunciado, sino de las cuatro fábricas que integran el grupo Siro”.

Ambas organizaciones sindicales han coincidido en afirmar que “se va contrarreloj” y si no se revierte esta situación en los próximos días al grupo Siro no le quedará más remedio que entrar en concurso de acreedores. Para finalizar, han advertido que “la crisis de Siro afecta también al desarrollo económico de Castilla y León por la repercusión que tendría el cierre de las plantas galleteras”, al tratarse de una compañía con raíces en lo rural cuyo cierre impactaría de lleno en la España Vaciada.