Una estudiante de la ULE impulsa un proyecto RALBAR para proteger las choperas de León

Carmen Vega Valdés, estudiante de Doble Grado de Ciencias Ambientales e Ingeniería Forestal, imparte estos meses de verano charlas formativas en localidades de la provincia, para acercar a la población rural la importancia de los chopos y cómo hacer frente a las amenazas de plagas de manera sostenible.

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La provincia de León, conocida por su paisaje rural y su rica biodiversidad, alberga extensas masas forestales de chopos que enriquecen el entorno natural, sin embargo, estas choperas también se enfrentan a plagas que amenazan su salud y productividad. Para abordar este problema y concienciar a la sociedad rural sobre la importancia de estas áreas naturales, Carmen Vega Valdés, estudiante de Doble Grado en Ciencias Ambientales e Ingeniería Forestal y del Medio Natural en la Universidad de León (ULE), está llevando a cabo un proyecto denominado ‘Evaluación y seguimiento de plagas en masas forestales de León’.

Su propuesta fue seleccionada entre las ideas presentadas a la última convocatoria de Becas RALBAR, impulsadas por la ULE y la Fundación Banco Sabadell, y con ella trata de transmitir a los habitantes del entorno rural y propietarios de parcelas de chopos, la relevancia y los beneficios de las choperas a la población rural y la forma de actuar con rapidez ante las plagas que sufren estos árboles.

El proyecto se está desarrollando en diversas localidades de la provincia, con la colaboración de la empresa Bosques y Ríos, que cuenta con 25 años de experiencia en la plantación de choperas en pequeños núcleos rurales. Su objetivo es fomentar el crecimiento y bienestar en las zonas rurales mediante la propagación de estas masas forestales. El Laboratorio Diagnóstico de Plagas y Enfermedades Vegetales de la Universidad de León (LDPEV-ULe) juega un papel fundamental en el proyecto, “aportando su experiencia en la identificación, evaluación y control de plagas y enfermedades en el entorno rural”, explica esta joven universitaria inmersa ya en la conclusión de su Doble Grado. Y es que, con la colaboración de ayuntamientos y la empresa, la idea es que su propuesta “contribuya a la dinamización de los núcleos rurales, en consonancia con la estrategia frente al reto demográfico, alentando a los estudiantes a abordar los desafíos del mundo en el que viven”.

La relevancia de este proyecto se destaca aún más en el contexto de las nuevas políticas europeas que fomentan prácticas sostenibles para proteger los ecosistemas y la biodiversidad. La populicultura sostenible, que aboga por el uso responsable de los recursos, adquiere cada vez más importancia, y los propietarios de choperas se enfrentan al desafío de adoptar métodos alternativos para controlar las plagas sin recurrir a productos químicos.

La colaboración con propietarios de choperas y juntas vecinales está permitiendo a Carmen Vega transmitir información clave “sobre las principales plagas que pueden afectar a sus parcelas, y esto les proporciona la capacidad de detectar y abordar los daños con mayor rapidez y eficacia”, explica esta joven estudiante.

El proyecto ya ha generado “gran interés y participación tanto entre los propietarios de choperas como entre el público en general. He llevado a cabo charlas en distintos municipios, como la ofrecida en Palazuelo de Boñar, donde además de la charla informativa realicé actividades y juegos interactivos para acercar a los más pequeños al mundo forestal y al medio natural. La idea es seguir expandiendo estas charlas para cubrir las riberas de los ríos Esla, Porma y Órbigo, lo que permitirá llegar a más población rural interesada en conocer más sobre las choperas y su importancia”.

La experiencia está siendo “muy positiva, muy completa y con la que estoy aprendiendo mucho”, confiesa Carmen Vega al tiempo que corrobora que está muy “agradecida por haber presentado su proyecto a las Becas RALBAR, ya que me ha brindado la oportunidad de tener ensayos en campo con la recogida de muestras y observación de daños, días de laboratorio para identificar y contar los insectos que han sido capturados y charlas para poder trasmitírselo a la población rural de las zonas”. En definitiva, ha podido compartir su pasión por las choperas y el medio ambiente con la comunidad rural, y demostrar que su proyecto pone de relieve la importancia de preservar estas valiosas masas resistentes y hacer frente a las amenazas de plagas de manera sostenible, asegurando un futuro más verde y próspero para la provincia de León.

DESARROLLO SOSTENIBLE EN LOS ENTORNOS RURALES

Las becas RALBAR desean fomentar que los jóvenes se impliquen en la búsqueda de opciones para un desarrollo sostenible en los entornos rurales y, a la vez, adquieran una conexión emocional con ellos, concibiéndolos como lugares en los que poder desarrollar proyectos laborales y vitales. La Universidad de León (ULE), con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, convocó este año la tercera edición de estas becas consistentes en la realización de prácticas extracurriculares estivales en municipios rurales de la provincia de León, destinadas a la ejecución de proyectos de dinamización territorial que contribuyan a activar estos espacios social, económica o culturalmente, en colaboración con empresas, entidades o instituciones locales.