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Como es bien sabido, Unión del Pueblo Leonés en el Ayuntamiento de León llevaba en el programa electoral la peatonalización de la Avenida Ordoño II. Nuestro grupo pretende que el cumplimiento del programa electoral se realice ordenadamente y durante el periodo del mandato de los 4 años. El Partido Socialista que gobierna actualmente la ciudad, en decisión que solamente les compete a ellos, ha procedido al cierre para el tráfico rodado en general de citada avenida, con una señalización vertical y horizontal.
Esta decisión le compete exclusivamente al alcalde y al Partido Socialista, no siendo compartida por Unión del Pueblo Leonés dado que no se puede acometer una semi peatonalización sin antes tener perfectamente organizado el tráfico de la ciudad que se ve directamente afectado; no se puede hacer pretendiendo que la calzada sea una calzada de ida y vuelta para ciclistas. Esto supone un grave peligro para la seguridad viaria de los propios ciclistas y también para los peatones, cuando los carriles bici deben de ser específicos y de menor anchura. Asimismo se plantea un gran problema en las calles aledañas aledañas para los residentes y el resto de usuarios del centro. No podemos olvidar que a los comerciantes de la zona no se les ha ofrecido una alternativa clara que permita disponer de aparcamiento para quienes deseen acceder a sus compras al centro de la ciudad.
Desde UPL instamos al equipo de gobierno del Partido Socialista que, de modo inmediato, proceda a la debida reorganización de esta semi peatonalización para evitar los problemas antedichos y, como ha propuesto Unión del Pueblo Leonés en la moción presentada, negocie de modo inmediato con la Diputación Provincial para la cesión de la parcela existente entre la Calle Santa Nonia y la Avenida Independencia, para la construcción de un parking adecuado alternativo con ventajas para aquellos que lo utilicen destinado al comercio de León.
En definitiva desde Unión del Pueblo Leonés entendemos que las cosas no pueden hacerse con precipitación y menos de la trascendencia de la obra de la que estamos hablando, máxime cuando no es una obra ni urgente ni prioritaria.
