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Lo ha hecho ayer lunes mismo tanto a la abadía como a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid.
Lo hizo oficial el duque de Primo de Rivera, Fernando Primo de Rivera, representante de la familia, que está representada por los sobrinos nietos del líder falangista.
La famila desea que los restos de José Antonio se desplacen a un cementerio católico, y al parecer cumplirán así la voluntad del propio político en su testamento. En ese texto, escribía: «Deseo ser enterrado conforme al rito de la religión Católica, Apostólica, Romana, que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz».
Con esta acción, la familia evita que el Gobierno realice otra acción como hizo con la exhumación de los restos de Franco, alegando que «no ha lugar» a la tramitación del procedimiento previsto en la Disposición Adicional segunda de la ley de Memoria Democrática. El objetivo, dice la familia, es que la exhumación permanezca «dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles».
Ley de Memoria Democrática
Con la ley de Memoria Democrática ya aprobada, el Gobierno iba a proceder a la exhumación basándose en que el texto normativo establece que en el Valle de los Caídos -que pasará a llamarse Valle de Cuelgamuros- sólo permanecerán los restos mortales de fallecidos a consecuencia de la Guerra Civil, reubicando los que ocupen un lugar preeminente en el recinto. Es el caso de Primo de Rivera, enterrado en plena basílica.
«José Antonio seguirá manteniendo el sitio preeminente que le corresponde en la memoria de muchos españoles y no podrá ser objeto de más humillaciones«, explica la familia en un comunicado. Se queja también de que este «nuevo enterramiento sería el quinto de su mal llamado eterno descanso».
El ducado de Primo de Rivera es un título nobiliario español que Franco concedió en 1948. Hoy por hoy sigue vigente, pese a las leyes de memoria histórica. El Gobierno va a intentar con la nueva ley en la mano retirar sus privilegios nobiliarios, a lo que la familia ha respondido: «La familia Primo de Rivera ha demostrado a lo largo de la historia su amor y fidelidad a España y considera que esta decisión sigue manteniendo ese espíritu. Por ello, queremos reivindicar las figuras de su hermana y sobrino Miguel Primo de Rivera y Urquijo Urquijo a los que, con esta ley, se les arrebata los títulos de Conde del Castillo de la Mota y Duque de Primo de Rivera, que con tanta honra y dignidad llevaron».
