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Estamos viviendo una situación de grave crisis sanitaria, social y económica; las cifras sitúan a las mujeres (más del 50% de la población) en el epicentro de las consecuencias que se derivan de las mismas.
La Comisión 8 marzo de león muestra su preocupación por el desigual reparto de tareas que se sigue produciendo en la sociedad; este desigual reparto fruto de la división sexual del trabajo se manifestó, de manera clara, pero profundamente agotadora y dolorosa por el papel que tuvieron que jugar las mujeres, estas asumieron o compaginaron su trabajo, o el confinamiento y de manera especial en los primeros meses de la pandemia con la mayoría de los cuidados a menores y personas dependientes al producirse el cierre de colegios y centros de día, todo ello supuso un coste importante sobre su salud y su calidad de vida.
Queremos señalar también que siguen siendo las mujeres en un 84,5% frente a un 41% de hombres quienes realizan algún tipo de cuidados diariamente.
Todo este tiempo dedicado a los cuidados tiene consecuencias; al dedicar mas tiempo a los mismos, las mujeres dedican 3 horas menos a la semana que los hombres al trabajo remunerado, lo que repercute negativamente en las prestaciones y en las pensiones.
Desde la Comisión 8 marzo de león denunciamos la realidad que viven las mujeres pensionistas en nuestra provincia, toda una vida dedicada a los cuidados, mas contratos a tiempo parcial y mas tiempo en el desempleo, tiene como consecuencia que las pensiones mínimas sean percibidas mayoritariamente por mujeres, 690€ las contributivas y 400€ las no contributivas.
Igualmente, la pobreza se refleja en las pensiones de viudedad que se sitúan en 644€ al mes.
Cuando los poderes públicos señalan nuevas políticas para reconstruir el país, partiendo de fondos europeos; el movimiento feminista de León quiere señalar como prioritario la puesta en marcha de un plan estatal de cuidados, Ser cuidadas y cuidados en todas nuestras etapas de la vida debe de ser una prioridad social. Esto solo puede venir de la mano de recuperar servicios públicos que han sido privatizados, aumentar presupuestos en dependencia y servicios sociales.
La corresponsabilidad no sólo es una tarea individual, es el estado quien tiene que garantizar el bienestar de las personas, las mujeres exigimos YA una vida digna de ser vivida.
Desde la Comisión 8 de marzo, seguiremos contando y explicando la necesidad del feminismo con todos los medios a nuestro alcance (este año de manera mas limitada por la pandemia), pero sin renunciar al espacio publico para señalar las desigualdades que vivimos por el hecho de ser mujeres.
