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Absurdo, irracional, sofístico, aberrante y hasta infame lo que viene.
Tal es la situación que Pedro Sánchez quiere protagonizar esta semana.
Va a plantear al rey Felipe VI que le pida formar gobierno y, primero se lo espeta con un gobierno ya formado. Segundo, mucho peor: plantea al Rey que le deje gobernar para machacar, para vilipendiar al Rey. Sus socios detestan, menosprecian al Rey; el propio Sánchez también ha dado muchas muestras de ello. Se trata de echar, humillar, despedir –no dicen de qué forma- al Rey porque no le quieren ahí.
Ellos, todos los socios son republicanos, Sánchez y todos sus militantes con el gran apoyo de Iceta son republicanos y multinacionalistas. Pretenden eliminar la Monarquía y montar una República estilo 1931-1936.
Sánchez va a presentar eso al Rey y quiere que el Rey le diga que adelante, que gobiernen en republicano, que le den una coz a él y le manden a paseo. Eso es la propuesta de Sánchez.
¿Tiene el Rey la obligación de someterse y acceder a eso? ¿Qué ciudadano con sentido común, los que aceptan la Constitución y respetan las leyes pueden aceptar tal absurdo?
¿Y si el Rey dice que ese gobierno él no lo propone, qué harían unos cuantos de esos jefecillos que se llaman políticos y que “dialogan”?
