El obispo Luis Ángel preside la Misa Crismal que anticipa el inicio de la celebración del Triduo Pascual

Se celebra hoy miércoles día 27, Miércoles Santo, a las 11:30 horas en la Catedral con presencia de todos los presbíteros y diáconos de la Diócesis

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El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, presidirá  miércoles día 27, Miércoles Santo, a partir de las 11:30 horas en la Catedral la Misa Crismal, celebración que al inicio de las jornadas del Triduo Pascual reúne a todos los integrantes del clero diocesano, presbíteros y diáconos, quienes renovarán en el primer templo de la Diócesis las promesas que realizaron el día en que recibían el sacramento del Orden.

Como preparación a esta celebración de la Misa Crismal, todos la participantes se reunirán a partir de las 10:30 horas en la Capilla del Santísimo de la Catedral, para asistir a una reflexión-meditación que conducirá el sacerdote y coordinador del Área del Clero de la Delegación de Comunión Fraterna, Nicanor Martínez, en torno al tema “La belleza de la unidad”.

SANTO CRISMA Y SANTOS ÓLEOS

Esta celebración de la Misa Crismal incluye el rito de consagración del Santo Crisma y la bendición de los Santos Óleos. Con el crisma consagrado por el obispo son ungidos los nuevos bautizados y son signados los que reciben el sacramento de la confirmación. Con el óleo de los catecúmenos se preparan y disponen para el bautismo los propios catecúmenos, y con el óleo de los enfermos éstos son aliviados en sus enfermedades en el sacramento de la unción de enfermos. Un contexto sacramental en torno a la Misa Crismal como un acontecimiento litúrgico que celebra esa riqueza de los sacramentos como canales de gracia a través de los cuales se ofrece la salvación divina, particularmente en todos aquellos sacramentos que incluyen el gesto de la unción, como son los del bautismo, la confirmación, la ordenación sacerdotal y la unción de los enfermos.

A la conclusión de todo el ritual, en el Claustro del Museo Diocesano y de Semana Santa el obispo Luis Ángel ofrecerá una recepción a todos los participantes en un encuentro de convivencia sacerdotal que marca el inicio de las celebraciones del Triduo Pascual y que concluirá con una comida de confraternidad en el Seminario Mayor.