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El portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de León, Antonio Silván, anució que los nueve concejales de este grupo no aprobarán “los presupuestos presentados por el tripartito”. Unas cuentas que mañana llevará al Pleno Municipal el
equipo de Gobierno PSOE-Podemos y que han contado con el apoyo incondicional de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ya que sus enmiendas han estado incluidas desde el primer momento.
Incremento fiscal
Los leoneses, y muy especialmente los emprendedores, pagarán más tributos. El anteproyecto de Díez, a pesar de reflejar una disminución en los ingresos, presenta un aumento en la carga tributaria en el sector comercial y empresarial con la revitalización de la ‘licencia ambiental’ (125.000 euros) y la ‘tasa de control de apertura de establecimientos’ (400.000 euros), cuya única finalidad sería gravar la posibilidad de creación de nuevas empresas y con ellos la posibilidad de creación de empleo.
El Partido Popular suprimió estas tasas para incentivar la creación de empleo y el tripartito las restablece con una consecuencia, más y mayores tributos para los leoneses. “Unas tasas que además, y esto es muy grave, no han sido fiscalizadas por la Intervención Municipal; y aun así el tripartito vota a favor de los presupuestos”.
Unos presupuestos que no crean empleo
El portavoz popular ha señalado la disminución en un 45% de la partida de retorno del talento, que ha pasado de 180.000 euros en el anterior ejercicio a 100.000 euros para 2020. “No solo eso sino que no hay rastro del anunciado en campaña ‘estudio de reducción y bonificaciones fiscales a empresas que creen empleo estable y de calidad’. Más de lo mismo, mayor carga fiscal y escasa o nula atención a la creación de empresas y a la atracción de leoneses emigrados. Empezamos mal ya que en este anteproyecto no aparece medida alguna para dinamizar la economía de forma que León se convierta en polo potencial industrial, algo que el alcalde pregonaba recientemente. El tripartito, a la vista del presupuesto, no cree y por tanto no adopta ninguna medida de impulso al Parque Tecnológico”.
Presupuestos ‘no’ participativos
Una única reunión de escasos diez minutos. Antonio Silván ha recriminado al alcalde Díez, tras airear continuamente que quería unas cuentas participativas, que “no nos haya permitido más que la posibilidad de una reunión de escasos diez minutos en los que nos ha dado en una pantalla, y en una fotocopia, por una cara, los macro números de los capítulos que componen el anteproyecto. Participación, al menos por este Grupo Municipal, no ha habido, no ha sido posible; sí para los grupos que van a aprobar las cuentas, UPL y Podemos”.
Cuentas saneadas por el PP
El anterior equipo de Gobierno redujo la deuda en 84 millones de euros, lo que va a permitir que el Ayuntamiento de León salga del Plan de Ajuste en los próximos meses. No solo eso, Silván ha recordado que el Partido Socialista, del que era concejal el alcalde Díez, dejó la deuda en 2011 en 437 millones de euros (80 millones de euros en 25.000 facturas sin consignación presupuestaria); los datos son claros, el mandato del 2007-2011 incrementó la deuda en 237 millones de euros.
Desde que el PSOE abandonó el gobierno municipal en 2011, en estos ocho años, las arcas municipales se han visto aligeradas en 207 millones de euros. El control del gasto y el sacrificio inversor de los dos mandatos del Partido Popular han logrado la próxima salida del Plan de Ajuste, “del que se beneficiará el tripartito pero lo que deben hacer es lograr unas cuentas adecuadas para la ciudad y para las necesidades de todos los leoneses”.
El Grupo Municipal Popular no va a aprobar los presupuestos del tripartito porque, entre otras razones, “son unas cuentas con una bajada de más de 10 millones de euros respecto al ejercicio anterior (145,1 millones en euros en 2019 y 134,7 millones para 2020); porque son unos presupuestos que incrementan la carga fiscal a los leoneses; unos presupuestos que gravan la apertura de empresas y establecimientos en la ciudad; unos presupuestos que no visibilizan un proyecto de ciudad; unos presupuestos con total ausencia de diálogo, mantenido solo con quien desde el primer momento ha mostrado una posición favorable al equipo de gobierno; y son además unos presupuestos que no establecen ninguna medida para ‘acabar con la sangría poblacional’ –y empleo términos del alcalde Díez en su investidura-, siendo este su objetivo fundamental”.
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