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Mal momento deportivo para el Patatas Hijolusa, que cayó derrotado en los dos partidos que disputó este pasado fin de semana, lo que pone al equipo en una situación complicada en la tabla: dos victorias habrían servido para prácticamente confirmar la presencia en los play-offs de ascenso al final de la temporada; dos derrotas, por el contrario, hacen que los equipos perseguidores, especialmente el Fodeba Gijón, vean aumentar sus opciones de alcanzar el octavo puesto en detrimento del Patatas Hijolusa.
El partido del viernes, que había sido aplazado anteriormente, comenzaba con mal pie: el Unicaja Banco ADBA Avilés salió con mucha intensidad a la cancha y le endosó un parcial de 15-2 al equipo leonés en los primeros siete minutos. Las jugadoras del Patatas Hijolusa no encontraban buenas opciones de ataque y, en defensa, no conseguían parar el aluvión ofensivo local.
Un tiempo muerto de Pedro Fernández mejoró un poco las cosas, ya que las leonesas respondieron con un buen parcial que dejaría el marcador en 19-10 al final del primer cuarto. Aunque la situación no era ideal, se habían recortado distancias y parecía que, al menos ofensivamente, el Patatas Hijolusa comenzaba a encontrar su juego.
En el segundo cuarto se notaron los nervios por parte de ambos conjuntos, y las primeras posesiones acabaron agotando el reloj de 24 sin conseguir tiros claros o buenas opciones. Finalmente, con un tiro a media distancia, el equipo local amplió su ventaja hasta los 11 puntos, y daba la impresión de tener la oportunidad de volver a poner una distancia significativa en el marcador.
El Patatas Hijolusa reaccionó rápidamente y, a través de una canasta de Silvia Fernández, volvió a recortar la ventaja a 9 puntos. Poco a poco, el equipo leonés fue perdiendo los nervios y acercándose en el marcador, con varias acciones acertadas tanto en ataque como en defensa. Con una canasta de Claudia Orbea sobre la bocina, terminaron por empatar el partido a 29 justo antes del descanso.
El tercer cuarto volvió a ser problemático para las visitantes, que de nuevo no conseguían encontrar el aro rival con fluidez. Durante este periodo, el equipo local llevó su ventaja una vez más hasta los 12 puntos, con un resultado al acabar el cuarto de 47-35. Debido a la ventaja y a las sensaciones en el campo, el partido parecía casi decidido en este punto.
A pesar de ello, el Patatas Hijolusa no se dio por vencido y salió con el cuchillo entre los dientes, recortando la diferencia hasta los 4 puntos, con un minuto por jugar. Un tiro libre del equipo local, fruto de una técnica recibida por el Patatas Hijolusa, aumentó la distancia a 5 puntos. Había todavía tiempo suficiente para ganar el partido o, al menos, forzar la prórroga, pero tras agotar la posesión, el equipo local consiguió capturar el rebote ofensivo, para forzar posteriormente una falta de tiro.
El Patatas Hijolusa tuvo la fortuna de que la jugadora avilesina fallase los dos tiros libres y, en la siguiente posesión, fue el equipo leonés el que tuvo dos oportunidades desde la línea de personal, de las que anotó una. Con diez segundos por jugar y 4 puntos de diferencia, el partido parecía sentenciado, y así fue: sin tiempo para remontar, el partido terminó con un 56-51 en el marcador.
Era clave que el equipo leonés se repusiese, anímica y físicamente, de esta derrota, puesto que en menos de 24 horas volvía a viajar a tierras asturianas para enfrentarse, esta vez, al A.D. Universidad de Oviedo, equipo que se encuentra en el mismo lugar de la tabla que el Patatas Hijolusa.
Los comienzos de este segundo partido dejaron unas buenas sensaciones, y parecía que el equipo leonés había dejado atrás el partido del día anterior: con un juego duro, mantuvieron el marcador igualado durante todo el primer cuarto para acabar tan solo 3 puntos por debajo, 13-10, una diferencia prácticamente inexistente que permitía al equipo de Pedro Fernández seguir luchando por la victoria.
El cansancio, no obstante, comenzó a hacer mella, y en el segundo cuarto el equipo ovetense consiguió construir una ventaja importante a través, principalmente, de su fuerte defensa: tan solo permitió al Patatas Hijolusa anotar 6 puntos en este cuarto, lo que, añadido a su recital ofensivo, hizo que la diferencia aumentase a 13 puntos, 29-16.
Esta diferencia ya nunca disminuyó, y el equipo local pronto se encontró con una ventaja cómoda y un juego seguro, dominando el tempo del partido. En el tercer cuarto se pusieron casi 20 puntos por encima y ya no mirarían atrás.
En el último periodo, fruto quizás de la relajación local, hubo un pequeño conato de reacción por parte del Patatas Hijolusa, pero se quedó en nada: la defensa del A.D. Universidad de Oviedo no permitía canastas fáciles, y el cansancio acumulado del día anterior no ayudaba en absoluto a las jugadoras leonesas, que no pudieron hacer nada para evitar caer derrotadas por un contundente 62-45.
Cero de dos, por lo tanto, para el Patatas Hijolusa, que afronta los últimos seis partidos de la temporada en una situación peligrosa. Con estas dos derrotas seguidas, Fodeba Gijón, actualmente en novena posición, recorta la diferencia con el equipo leonés; además, los tres siguientes partidos del Patatas Hijolusa son contra tres equipos que están arriba en la tabla. Las opciones del equipo leonés pasan por dar la sorpresa en alguno de estos tres partidos y ganar los tres siguientes, todos contra rivales que, actualmente, se encuentran por debajo en la clasificación. El objetivo de los play-offs está en sus manos.
