Periódico de León Digital / Ahora León / Alto Sil
Comenzamos la ruta en Bembibre, capital del Bierzo Alto, de origen medieval con la repoblación de Alfonso IX en el siglo XII. Sus viejas calles, de trazado irregular y rodeadas de construcciones antiguas, que alternan los restos del castillo con casas porticadas. En Albares de la Ribera destacan sus construcciones tradicionales, con corredores de madera y cubiertas de pizarra.
Entorno al Boeza, encontramos La Ribera de Folgoso y Folgoso de la Ribera, jalonadas de molinos y donde destaca el magnífico Belén que cada año asombra la Navidad. Siguiendo el río, alcanzamos Igüeña, donde su pasado minero marca su paisaje, con bocaminas, cargaderos y lavaderos como pequeñas improntas de patrimonio industrial.
Seguimos camino hasta Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, declarado BIC como Conjunto Histórico, recibió sus fueros en 1229 por Alfonso IX. La Iglesia de Santa Dorotea, el puente de piedra de un arco o la ermita de Santa Cruz, son algunos de los tesoros que nos esperan. Sin olvidar su paisaje de origen glaciar, coronado por El Catoute, y rodeado de bosques de abedul, roble, serbal y tejo.
Con un paisaje más suave, llegamos a Noceda del Bierzo, un pueblo articulado en tres barrios que destaca por su Patrimonio, tanto eclesiástico como tradicional. Iglesias, lagares, fraguas y molinos ofrecen un amplio catálogo patrimonial.
Cierra el recorrido Toreno, que creció al amparo de la minería del carbón y del viejo tren minero. El Palacio de los Condes de Toreno, del siglo XVII, la Casa de los Escribanos, el puente romano o las cercanas pinturas rupestres de Librán son, sin duda, un magnífico colofón a esta ruta.
